Los bellos rostros muertos de los niños de Palestina

24 Diciembre, 2023

Por LUCERO MARTÍNEZ KASAB*

 Navidad, 2023. Cuánta voluntad hay que imponerse para escribir sobre la belleza de los rostros muertos de las criaturas en Palestina, es ponerle el pecho a esa tragedia que decir tragedia no describe el horror que han sufrido, pero hay que decirlo en honor a las últimas imágenes que esas madres y padres ven de sus hijos: unos rostros bellos inertes que ninguna de las armas con las que Israel les quitó la vida les pudo arrebatar la belleza de la dulzura y la ingenuidad que tiene la infancia.

Esos rostros ya ausentes de este mundo porque sus cuerpecitos se reventaron ante las ondas explosivas una vez pasado el dolor retornan a la placidez hermosa de sus caritas dormidas y, uno sólo se convence de que están muertos al ver ante ellas sus madres y padres deshechos por un infinito dolor. Tratamos conscientemente de no fijar la mirada en esas imágenes, sin embargo, son tantas y tantas que a la fuerza se nos imponen mostrando sus cuerpecitos desgonzados, unos ojos de largas pestañas y boquitas abiertas que por instantes nos engañan con ser aquellos muñecos dormilones con los que uno jugaba de niña, pero, no, son miles de criaturas asesinadas.

En cambio, los rostros de las criaturas sobrevivientes los vemos desfigurados por la sangre, temblando por el dolor, gritando por las heridas, rabiando por las quemaduras hasta el extremo de quedar paralizados, congelados, así, un padre, enloquecido entra a un hospital llevando a su niño rígido, tal vez, de ocho años, cargado de la cintura para arriba como quien lleva una estatua con los brazos extendidos en alto, la boca completamente abierta y los ojos, esos ojitos, desorbitados sin poder parpadear con la imagen en la retina de su madre y sus hermanas reventadas en mil pedazos por el bombardeo, su cerebro se detuvo, las neuronas invadidas por la conmoción dolorosa  se paralizaron, su espalda quedó un poco hacia atrás tratando de salvarse, no hablaba, no se movía, no lloraba, quedó detenido en el tiempo como una fotografía viviente, en total estupor al presenciar el fin del mundo.  Y los Estados Unidos de América vetó en la plenaria de la ONU una resolución que exigía el alto el fuego inmediato de Israel sobre Palestina.

En este escenario apocalíptico se celebra en Belén ahora, el 24 de diciembre 2023, una de las fiestas más importantes de la Humanidad -por la confluencia y extensión de tres religiones milenarias-  el nacimiento de un Niño, de un niño palestino, Jesús, que también fue perseguido por el poder de aquellos días, como ahora los niños de Gaza por los sionistas; entonces, en más de dos mil años no hemos avanzado absolutamente nada.

No hemos podido los humanos desterrar el deseo de dominación con el que nacen o se forman algunos individuos y, hay que decirlo, principalmente, los varones, con sus excepciones, a juzgar por todas las cabezas visibles desde hace más cinco mil años al frente de los poderes políticos de los imperios,  reinos y repúblicas del mundo  comandando ahora a los Estados Unidos, a Israel, los Emiratos Árabes, Francia, Alemania, Inglaterra, Canadá, etc., sólo está Úrsula von der Leyen al frente de la Unión Europea pero, tan ambiciosa y fría como cualquier jeque árabe. Sin temor a equivocación hay que decirlo, la historia humana conducida por el varón es un horror, así, vistos con la perspectiva de los siglos, ¿qué ha hecho el varón de edificante por la especie humana? Ni siquiera supieron resolver el problema de los judíos después de la Segunda Guerra Mundial creando otro tan desastroso como este genocidio sobre Palestina. De los varones es el caos, el rapto, el pillaje, las guerras, la fascinación por las armas, el desprecio por el grito de las víctimas, el deseo de exterminio de otros pueblos, el afán de explotación de la Tierra y de esclavizar a los humanos.

¿Qué hizo el varón con el ejemplo adorable de Jesús? ¿Qué hicieron con su inteligencia, dulzura, compasión, respeto y protección por los niños, la mujer y los pobres? ¿Por qué los varones le han dado la espalda a Jesús de Nazaret? La cristiandad nos debe una explicación.  Para saber que hoy en día nos han puesto como líderes a semejantes engendros del mal como Henry Kissinger, Joe Biden y Benjamin Netanyahu, este último un monstruo que tendrá que ser juzgado ante el mundo entero como ante el mundo entero sin reato de conciencia ha asesinado a más de ocho mil niños y niñas en Palestina y miles de mujeres y hombres sin que se le tuerza la corbata.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, fue el primero en poner el grito en el Cielo llamando por su nombre, genocidio, a lo que estaba haciendo Israel contra Palestina pidiendo inmediatamente el cese al fuego, el poder dominante colombiano y mundial protestó porque odia la luz de las palabras verdaderas; después de casi dos meses de trasmisión en vivo de ese proceso de extinción del pueblo palestino no queda duda de que Gustavo Petro tenía razón.

Hoy, una mujer, Ione Belarra, española, secretaria general del partido Podemos, ex ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, entre otros cargos políticos, es el otro grito desesperado, desde Europa pidiendo el cese el fuego es la conciencia que sufre por las criaturas palestinas mutiladas, huérfanas, abandonadas bajo los escombros de Gaza…, una mujer, que trabaja, que tiene hijos, que no ha renunciado a ese sentido humanitario que tantas han perdido por querer parecerse a los varones. Ione, alza la voz, grita, como lo haríamos millones de mujeres y hombres, nos representa con tanta fidelidad en esta angustia de todas las multitudes que salen a las calles a pedir clemencia por Palestina. De nada nos sirven en Occidente los supuestos adelantos si no sabemos que el índice válido para medir nuestro grado de evolución es qué tanto tiene la sociedad a la infancia como sujeto de la justicia. De nada sirve la ética de Kant, ni el Quijote de la Mancha, ni la Gioconda, ni la Capilla Sixtina, ni la Novena Sinfonía de Beethoven…, ante el estupor del alma de un niño por un bombardeo dejando su grito congelado en la garganta…, ante los miles de bellos rostros muertos de las criaturas de Palestina.

 

* Magíster en Filosofía - Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.