Dulce Navidad, no apta para diabéticos

28 Diciembre, 2022

Por GERMÁN NAVAS TALERO Y PABLO CEBALLOS NAVAS

 Hay quienes creen que sirven para todo y cuando se les prueba en algo deficientes, la conclusión que sacan es que son multiservicios: donde los pongan solo hacen daño. Así son los burócratas de siempre.

 

En Navidad todo está permitido, intoxicarse con natilla; regalar calzoncillos; felicitar a quien se odia; dar toda clase de cosas necesarias e innecesarias, acompañadas siempre de las felices pascuas. Hay quienes dicen que es una idiotez, otros que es algo bonito. Tómenlo como quieran, pero en esta oportunidad nos corresponde desearles unas felices pascuas. Entre las cosas que a uno le pueden llegar de presente navideño están unas que, a decir verdad, son ridículas. Por ejemplo, un individuo nos mandó por estos días algo peor que un madrazo, imagínense, era una fotografía de TransMilenio tomada durante el primer reinado de Enrique Peñalosa. Sobra decir que la mamá de quien nos envió este presente quedó en nuestro recuerdo con pésima reputación.

Hay tarjetas de navidad simpáticas y otras más bien tontas, para ilustrar el punto proponemos la siguiente pregunta, ¿a uno qué le importa que el hijo de una persona a quien poco conoce sonría en pañales sobre un montón de cajas? Dentro de todo, lo bueno es que uno puede hacer como si le importara y el padre se irá dichoso. También hay regalos que incomodan y molestan, como la promesa de la ‘dictadorzuela’ Claudia López para modificar el pico y placa con el único propósito de tirarse la vida de los ciudadanos. Ese cambio de horario solo cabe en mentes perversas o imbuidas en negocios propios o ajenos, como es el caso, pues para nadie es un secreto que con esto se pretende desviar la demanda de transporte a TransMilenio. Kike y Clau, par de tunantes por igual, nos hacen recordar a una célebre pareja criminal, Bonnie & Clyde, quienes de seguro no protestarían porque aquellos a su turno se hicieran llamar Kike & Claudy. Confiamos en que los bogotanos recordarán a estos dos personajes como los más hábiles alcaldes en cuanto a obtener beneficios con el poder y el presupuesto del Distrito Capital se trata.

¿Podría alguien contarnos cuántos miles de millones se ha tirado esta administración con esos taches, ‘bolarditos’, señales y parquecitos de colores en mitad de las rotondas que al poco tiempo aparecen pisados por los vehículos? Recordábamos que uno de los que se hizo famoso con esos ítems es un hombre con apellido de muñeco: Bocarejo; quien durante su gestión como secretario de movilidad se dedicó casi exclusivamente a esto. Le dolerá ver que a día de hoy, la mayoría si no todos sus bolardos están aprisionados contra el piso por el comportamiento imprudente de algunos conductores. El dios del averno bien podría encargar al señor Bocarejo para señalar los límites entre el cielo y el infierno.

Y, hablando de la paila de don Sata, nos cuentan que la situación está tan desesperada por el ingreso en masa de gobernantes y políticos de mala leche al infierno que se ha propuesto que la barca de Caronte lleve otras a remolque, una suerte de TransMilenio para cruzar de este mundo al otro. A esta hora habrá decenas de solicitudes para remeros, pues alguien tiene que encargarse de supervisar las nuevas barcas. Lo cierto es que si en la tierra los bogotanos están obligados a resistir horas en TransMilenio, ¿por qué no habrían de hacerlo en el peor de los lugares conocidos?

–Cambiando de tema– Se lució la Presidencia de la República con la invitación que hizo a más de 800 habitantes de calle para cenar en la plaza de armas de la Casa de Nariño. Recibieron presentes de ropa y calzado, además de la cena de nochebuena, según vimos en publicaciones oficiales. Creemos que es la primera vez que el pueblo pueblo pisa los terrenos de la casa presidencial, además accediendo por invitación del señor Presidente, y eso no puede sino celebrarse. A pocos metros de allí, nuestro amigo, el senador Iván Cepeda, denunció que se habrían perdido cinco billones de pesos en ocho entidades oficiales durante el gobierno de Iván Duque. Esperamos que las ‘ías’ les pongan la mano a los responsables de estos desaguisados.

Suspiremos profundo, dejemos que entre el oxígeno a nuestros pulmones para recordar que tan solo hace un año estábamos bajo la égida del dictador de turno, Iván Duque Márquez, y de sus hacedores de entramados de corrupción; persecución a opositores y excesos en el uso de la fuerza. Por fortuna, los pasados 365 días pasaron corriendo y hemos entrado a una era de cambio, que necesariamente comienza por restablecer y garantizar la democracia plena. Desconocemos el paradero de Duque y preferimos que así sea, para que podamos seguir en esta tribuna diciendo lo que nos plazca en ejercicio del derecho que nos asiste a expresarnos con libertad. Desapareció la imagen fastidiosa del fabricante de zapatos, perdón, del señor Zapateiro, diciendo ‘¡ajúa!’ en un estudio de noticias como si estuviese a punto de entrar a la selva. No sabemos en qué andará el comandante retirado y sus áulicos, pero estarán lejos o muy callados. El poder cambió de manos y está en cabeza de individuos probos e íntegros, comenzando por el más alto funcionario civil en las fuerzas militares, el ministro de defensa, Iván Velásquez.

Por su parte, el exministro Mamolano abrió una fábrica de garullas y pandebonos ante la falta de ofertas de trabajo en su ramo, pero nos cuentan que como vaticinio de la que podría ser la peor desgracia para nuestra ciudad, Kike & Claudy lo estarían empujando para que se lance a la carrera por la alcaldía. Con solo escuchar eso nos erizamos, mientras que las perritas de la casa aúllan. Nosotros las consolamos diciéndoles que eso es una mera pesadilla y raramente estas se cumplen.

Adenda: como homenaje al buen humor, característico de esta época navideña, incorporamos este TikTok que recrea una conversación de sobremesa entre José y la Virgen María. Les invitamos a verlo, pues confiamos en que les sacará una risa. Dé clic acá para acceder.

Adenda dos: conocimos por un tuit del exsenador Feliciano Valencia que 152 escoltas, 182 policías y militares, 17 camionetas blindadas, 14 motos y 18 vehículos adicionales prestan servicio de custodia al expresidente Álvaro Uribe Vélez. Dicen los que de eso saben que esto cuesta alrededor de 15.000 millones de pesos del erario cada año. A nosotros nos parece un derroche de dinero que no se justifica en un país con tantas necesidades y menos para cuidar al responsable de un sinnúmero de desgracias de las que no terminamos de recuperarnos.

Adenda tres: recomendamos la lectura de esta investigación publicada por Cuestión Pública sobre los viajes del expresidente Duque, por los que su hermano Andrés pasó del anonimato al desprestigio. Dé clic acá para acceder.

Adenda cuatro: Con muy pobres argumentos la –dizque– oposición de este país se viene encargando de vilipendiar a los funcionarios recién nombrados por el Presidente de la República. Esta semana su blanco fue el presidente de Colpensiones, Jaime Dussán, a quien se le lanzaron cual perros rabiosos por un ejemplo que puso ante la posibilidad de que el Estado invirtiera en obras públicas. Discutan con argumentos, y ante propuestas reales. Pretender crear verdades ante supuestos es, ni más ni menos, que seguir engañando a este sufrido pueblo.

Hoy recibimos con beneplácito la coletilla que nos envía nuestro amigo, el magistrado de la Corte Suprema de Justicia, doctor César Reyes Medina: “Cómo no generar alerta en términos del respeto por el debido proceso y la dignidad humana, si al parecer poco o nada de ello ha tenido el paisano Nairo, cuando por el contrario se le estigmatiza, prejuzga y discrimina sin fórmula de juicio, menos aun cuando ni parece clara, lo que para los abogados constituiría una imputación punible. Triste para quien ha dado tanta gloria al ciclismo colombiano, máxime si ahora se pretende un veto, por el mero delito de pertenecer en la actualidad a la élite de las bielas, claro, de un país suramericano.”

Y una ñapita…

Bogotá ha sido históricamente una ciudad de malas. Su fundador fue el perverso Jiménez de Quesada y su primera misa la ofreció un cura ladrón. No es entonces de extrañar que a este terruño le caigan terribles plagas como Kike & Claudy.