El día 26 de julio realizamos un programa especial con el Embajador de Colombia en los EE.UU., Luis Gilberto Murillo, y Lisa Haugaard, del Latin American Working Group (LAWG), acerca de la relación bilateral entre los EEUU y Colombia y lo que acontece en el Congreso de los EEUU frente al paquete de ayuda económica para Colombia en el 2024. En este artículo profundizaremos en este tema y en lo que aconteció durante la audiencia del Congreso, realizada el día 27 de julio.
Es importante destacar que el rechazo a Petro y su gobierno por parte de un sector de la derecha cubana-americana republicana en Washington,D. C., comenzó mucho antes de su posesión como Presidente, y que, realmente, no tiene que ver con lo que hace o no hace Colombia, sino con intereses políticos domésticos de los mismos. Ellos decidieron agregar a Colombia dentro de su lista de países contrarios a los intereses de los Estados Unidos. Tampoco refleja a todos los cubanos-americanos en el Congreso porque hay demócratas cubanos americanos que apoyan la relación bipartidista y fuerte con Colombia.
En los 200 años de relacionamiento entre Estados Unidos y Colombia, Colombia ha sido gobernada por gobiernos de la derecha que priorizan los intereses de las élites políticas y económicas del país. Colombia es destacado por ser uno de los pocos países donde la relación con los EEUU ha sido bipartidista. Esto tiene que ver con que los países son aliados principales en la lucha antinarcótica, esfuerzos regionales de seguridad y migración y fuertes socios comerciales. Además de ambos lados, los gobiernos tradicionalmente han sido muy cautelosos de no meterse en las decisiones electorales del otro país y respetuosos de las decisiones tomadas por los mismos frente su representación política. Esto cambió un poco durante la campaña electoral de Trump y las elecciones regionales del congreso en los EEUU cuando el Uribismo rompió el código de no influenciar decisiones internas electorales de los EEUU.
En la práctica esta relación sigue fuerte y bipartidista. Desde antes que se inaugurara Petro vimos delegaciones gubernamentales y desde Colombia y el diálogo ha sido increíblemente fluido. El canciller Álvaro Leyva y el Embajador Luis Gilberto Murillo han sostenido diálogos constantes con autoridades de EEUU y el Congreso. El diálogo de alto nivel que se realizó en DC fue muy exitoso y el primero en la historia de estos diálogos que incluyó participación de la sociedad civil estadounidense. Esto no quiere decir que no hay diferencias y áreas en las que se requiere mejor comunicación o más información o frente a las que hay opiniones diferentes pero hasta el momento estos diálogos han sido constructivos. Lo que sucede es que hay minorías con mucho poder en el Congreso de los EEUU que quieren fomentar la idea de que Colombia se estaba volteando en contra de los EEUU. Las razones tienen más que ver con la política interna de los EEUU, el estado de la Florida y las elecciones presidenciales del 2024 que lo que realmente acontece en Colombia.
Para los republicanos de Florida el interés principal es demostrar a su base política que ellos están haciendo todo lo posible para aislar y cortar todo con Cuba. Es la perspectiva de ellos que EEUU no debería tener ningún relacionamiento con Cuba hasta que haya un cambio de gobierno y todo acerca de Cuba es satanizado por ellos por este propósito. Por más de 50 años ellos han promovido una política de sanciones hacia Cuba que es muy problemática y buscan de todas las maneras que no se afloje esta política. Venezuela como aliado de Cuba desde Chávez lo han puesto en el mismo campo, como país de que EEUU debe ejercer el máximo nivel de presión para cambiar el gobierno a uno que ellos prefieren.
Todos los países en la región experimentan violaciones graves a los derechos humanos y brechas democráticas pero para ellos solo son los países de gobiernos de izquierda quienes cometen violaciones de derechos humanos y no los países donde gobiernan quienes consideran ser amigos. Ahora que Colombia es gobernado por un gobierno progresista han decidido olvidarse de la relación estrecha entre los países y decidido incluirlo en su narrativa de los países enemigos en la región. Es cierto que en Colombia hay problemas graves de seguridad y narcotráfico y violaciones de DDHH preocupantes pero en vez de apoyar una manera diferente de solucionar estas situaciones qué es lo que ofrece el gobierno de Petro, ellos ven todo dentro de un lente que esto es contra los intereses de los EEUU. y atacan a la administración de Biden por seguir la misma relación que ha existido entre Colombia y los EEUU por 200 años. Esta postura no es solo desinformada y caprichosa, sino contraproducente a los intereses de los EEUU.
Una vez que ganó las elecciones Gustavo Petro muchos miembros del Congreso celebraron su bienvenida. A su vez unos republicanos expresaron sus preocupaciones señalando al nuevo presidente colombiano como potencial enemigo de los Estados Unidos. El día 19 de junio la Representante Cubana American republicana de Florida María Elvira Salazar de Florida, quien fue avalada por el ex presidente Uribe durante su campaña electoral al Congreso en 2020, tuiteó que “Petro es un ladrón, terrorista, un Marxista y apologista por Castro y Chávez.” El 2 de agosto del 2022 el Senador Cubano-Americano de Florida, Marco Rubio publicó un artículo en Semana titulado “EE.UU. debe permanecer alerta mientras Colombia gira a la izquierda” donde ataca a la administración de Biden por enviar una delegación a Colombia argumentando que se están aflojando la postura de los EEUU contra el terrorismo y acercándose a aliados de Cuba y Venezuela. Estos representantes atacan a la administración de Biden atacando sus apoyos en Colombia.
Dado estos y otros antecedentes inclusive el gobernador de Florida Desantis expresando preocupación de que Colombia se volteaba hacia el marxismo, no fue una enorme sorpresa cuando el día 23 de junio el congresista republicano cubano-americano Mario Diaz-Balart, presidente de la Cámara de Representantes del Estado, el subcomité de Asignaciones de Operaciones Extranjeras anunció que iba a diferir recursos para Colombia porque “le preocupa el rumbo que ha tomado Colombia bajo el liderazgo de Gustavo Petro” en temas como seguridad y economía. Esta propuesta fue aprobada por el Subcomité en la Cámara Baja del Congreso donde los Republicanos tienen la mayoría poniendo en jaque más de $440 millones asignados al país para esfuerzos de seguridad, antinarcóticos, paz, derechos humanos, justicia, el medio ambiente, cooperación económica y fortalecimiento de los derechos de afrocolombianos e indígenas.
En EEUU el paquete de ayuda no es solo decidido por la Cámara Baja, es decidido entre ambas Cámaras. De su parte el día 20 de julio el subcomité del Senado, donde los demócratas tienen la mayoría, presentó su versión del paquete de ayuda que sigue el mismo rumbo bipartidista de años pasados donde se respeta a Colombia como aliado principal de los EEUU. En esta versión vemos que ellos proponen $487.375 millones y especifican ayuda para afrocolombianos e indígenas, biodiversidad y ayuda militar. Falta ver cómo avanzan las negociaciones entre ambas cámaras y que se reconcilien estas dos miradas de Colombia.
Para justificar sus acciones de aplazar la ayuda la subcomisión del Hemisferio Occidental de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes celebró una polémica audiencia titulada “la decadencia de Colombia hacia el socialismo” el 27 de julio.
La representante María Elvira Salazar quien lideró esta audiencia y donde testificaron oficiales de la agencia de cooperación de los EEUU (USAID) y el departamento de estado argumentó en contra del apoyo económico de los estados unidos a Colombia. Ella citó que Petro dijo que “el petróleo es peor que la cocaína” y expresó preocupaciones sin fundamento que Petro pueda cerrar el espacio cívico en el país especialmente para la prensa. Acorde a Salazar Colombia está por perder todo los avances que ha logrado en seguridad en los últimos 30 años debido a “un hombre.”
Los oficiales que testificaron enfatizaron que EEUU y Colombia comparten una relación estrecha de respeto mutuo en las áreas de democracia, derechos humanos, prosperidad económica y seguridad regional. El representante del departamento de estado noto que no es el papel de los EEUU de determinar quiénes deben gobernar Colombia y esa decisión fue de los colombianos quienes eligieron un gobierno de cambio que incluye la primera ejecutiva afrodescendiente en la historia del país. Para los EEUU esta relación es muy importante para los temas regionales de paz y seguridad, migración y el medio ambiente. El país ha hecho grandes avances hacia la paz y EEUU es un gran aliado en implementar el acuerdo del 2016 y en particular el capítulo étnico.
De hecho Colombia ha sido el país que ha sido más generoso con los migrantes Venezolanos porque ha dejado que 3 millones se queden en el país y les ha propiciado más documentación y ayuda que otros en la región. Cortar el financiamiento que va apoyar a estos migrantes ($33.8 millones) sería perjudicial. Mientras que existen muchos obstáculos en Colombia, el país ha pasado por grandes transformaciones y los planes ambiciosos del gobierno buscan resolver estos problemas. El diálogo entre los dos países es muy fluido. Y mismo que hay diferencias o cuestiones sobre ciertas políticas como la de negociaciones con grupos criminales como el Clan del Golfo, la relación es respetuosa.
De su parte, el representante de USAID mencionó que la relación de USAID en Colombia ha atravesado cinco administraciones estadounidenses y cinco presidentes colombianos y que siempre se trabaja con quien los colombianos han elegido democráticamente. USAID apoya no sólo las instituciones del gobierno sino también un amplio grupo de organizaciones independientes y el sector privado. Ellos apoyan los esfuerzos de crecer el estado en las zonas marginadas afectadas por las economías ilegales y mejorar la respuesta de instituciones a estas poblaciones apartadas. Con el sector privado se han apoyado muchas iniciativas como las de café y cacao. En Colombia tienen programación de cambio climático en línea con los intereses de los EEUU. La agencia juega un papel importante en apoyar a las víctimas del conflicto, el proceso de justicia transicional y las comunidades afrodescendientes e indígenas. Adicionalmente se apoyan esfuerzos para proteger las vidas de defensores de derechos humanos y defensores ambientales. En términos de migración, Colombia está desarrollando un modelo para integrar la migración que puede ser modelo para el resto de la región y su política de estatus temporal para Venezolanos es muy generosa.
Al mismo tiempo los Representantes demócratas Joaquín Castro (Texas), Gregory Meeks (Nueva York), y Sydney Kamlager-Dove (California) defendieron la ayuda de los EEUU a Colombia. El congresista Joaquín Castro, quien es el demócrata de más alto rango en el comité, destacó que: “el Gobierno colombiano ha elevado los esfuerzos para negociar un acuerdo de paz con el ELN. Instó a la administración Biden a que se muestre abierta y preste apoyo técnico si se le solicita.” El también agregó que “la segunda prioridad política de la relación entre Estados Unidos y Colombia es la cooperación para hacer frente a los retos comunes de la migración forzosa.”
El Congresista Gregory Meeks noto que el Presidente Petro fue elegido democráticamente y que la narrativa utilizada por republicanos de que en Colombia hay grandes problemas con su democracia es divisiva y contraproducente. Diferencias en una política u otra donde puede haber diferencias no justifica cortar toda la ayuda porque entre los países existe una larga historia de valores comunes y alianzas. Para lograr los objetivos que ambos países buscan sobresalir se debe seguir haciendo en alianza. El congresista Meeks enfatizó que parar el financiamiento va en contra de las políticas de drogas, seguridad e intereses comerciales de los EEUU. Agregó que para lograr los diálogos de paz se requiere que los actores relevantes en la región participen. La congresista Sidney Kamlager-Dove abrió su presentación notando que no estaba de acuerdo con la premisa de esta audiencia.
En las preguntas la Representante Salazar criticó que Estados Unidos no está más contando de su propia cuenta las hectáreas de coca. Algo a lo que el representante del departamento de estado le recordó, fue una decisión tomada por Estados Unidos varios años antes de que Petro entrará en el gobierno y que hay otros sistemas de monitoreo que ellos miran como el de la ONU. Ella también criticó que Colombia no estaba del lado de los EEUU en la guerra de Ucrania. Dijo que el gobierno de Panamá estaba preocupado que Colombia no estaba controlando la migración que les llegaba a ellos, algo que el representante del departamento de estado le contestó, que Panamá lleva muchos años haciendo esta misma queja a oficiales de los estado unidos.
Las organizaciones de sociedad civil estadounidenses sacaron un pronunciamiento el día antes de la audiencia abogando por la ayuda estadounidense que va para la paz y derechos humanos en Colombia. Lisa Haugaard, asociada principal del Grupo de Trabajo sobre América Latina (LAWG) quien dirige la coalición de organizaciones quienes trabajan Colombia en los EEUU dijo: “la Administración Biden también tiene en Colombia un aliado para marcar muchos de los objetivos que se ha fijado en su política exterior: abordar el cambio climático, proteger el medio ambiente, luchar contra la discriminación racial, apoyar los derechos laborales, ayudar a los migrantes y refugiados venezolanos, construir una política antinarcóticos sostenible y humana, y apoyar los derechos LGBTQ y de las mujeres. Es francamente contraproducente y carece de sentido que los miembros de la Cámara bloqueen la ayuda y la colaboración con Colombia.”
Pareciera que parte de la razón que se dio lo de deferir la ayuda y esta audiencia viene de que las reuniones que sostuvo Gustavo Petro con los Representantes Salazar y Diaz-Balart no fueron muy buenas. Acorde a fuentes la postura de los Republicanos especialmente Salazar frente Petro fue acusatoria y esta falta de respeto no cayó muy bien con Petro. Sea o no cierto, lo de los disgustos que se dieron en dichas reuniones, es irresponsable que parte de congresistas norteamericanos secuestre toda la ayuda de cooperación económica hacia un país especialmente que va a programas, instituciones y agencias internacionales que hacen un trabajo clave para la paz, derechos humanos y justicia en Colombia solo para avanzar sus intereses políticos en los Estados Unidos.
Entre el 14 y 21 de agosto una delegación de demócratas progresistas visitará Brasil, Chile y Colombia. La delegación incluye a los Congresistas Joaquín Castro, Alexandra Ocasio-Cortes (Nueva York), Greg Casar (Texas), Nydia Velázquez (Nueva York) y Maxwell Frost (Florida) y Misty Rebik, la jefa de la oficina del Senador Bernie Sanders. Este año la Congresista Ocasio-Cortés reintrodujo dos enmiendas en el proyecto de ley de autorización de defensa acerca de Colombia. Una de las enmiendas “prohíbe que se utilicen fondos para realizar fumigaciones aéreas en Colombia debido a los efectos perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente.” La otra “encarga al Departamento de Estado que elabore un informe que documente los conocimientos y la información de inteligencia entre 1980 y 2010 sobre la participación de militares colombianos en asesinatos, desapariciones, colaboración en ofensivas paramilitares, conducta militar en la iniciativa de falsos positivos entre 2002 y 2008, y cualquier violación grave de los derechos humanos derivada de la asociación de militares colombianos con empresas privadas para la seguridad. El informe también debe proporcionar una visión general de la asociación militar entre Colombia y Estados Unidos durante este tiempo.” Colombia Acuerdo de Paz NGO, WOLA y La Nueva Prensa abogan para que estas enmiendas sean acogidas por el Senado.
La visita a los tres países por estos Congresistas servirá para analizar de primera mano las situaciones de democracia, medio ambiente y los procesos de paz. Ahora con la visión de Colombia presentada por los Republicanos en la Cámara Baja, lo que se determinará en gran parte por esta delegación es si ellos ven que vale la pena pelear para la ayuda hacia Colombia en la Cámara Baja y durante el proceso de reconciliación entre la Cámara Baja y el Senado.
* Ejecutivos de WOLA y Colombia Acuerdo de Paz NGO.