Apresado policía corrupto que prestó falso testimonio contra los agentes de la DIJIN que destaparon la “Ñeñe-Política”

25 Diciembre, 2020
Policía Edwin Calderón Vargas, apresado en Valledupar por múltiples delitos de corrupcción e investigado por haber asaltado y robado la caleta de un narcotraficante en Cali. Es protegido del fiscal de Bogotá Daniel Hernández, quien se encuentra en México. Policía Edwin Calderón Vargas, apresado en Valledupar por múltiples delitos de corrupcción e investigado por haber asaltado y robado la caleta de un narcotraficante en Cali. Es protegido del fiscal de Bogotá Daniel Hernández, quien se encuentra en México.

Por DIANA LÓPEZ ZULETA

Uno de los policías que prestó falso testimonio contra los investigadores de la DIJIN que descubrieron la Ñeñe-política, fue apresado por corrupción en Valledupar, ciudad a la que había sido trasladado para ponerlo a salvo de la justicia penal en Bogotá.

“Ñeñe-Política” es el nombre del escándalo de compra de votos en cinco departamentos para Iván Duque con dinero del narcotráfico que La Nueva Prensa ha denunciado en una serie de 16 reportajes que pueden ser consultados aquí

Edwin Calderón Vargas, policía en Cali hasta 2018, y quien ahora prestaba servicio en la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Valledupar, fue capturado por presuntamente “permitir actos de prostitución, fiestas clandestinas, ingreso de licor, entre otras irregularidades, al interior de las celdas de este centro de reclusión transitorio”, según informó el diario El Pilón. También fueron apresados los policías Sergio Antonio Mendoza Chiquillo y Ellelvis Luis Alarcón Riviera. La Fiscalía los acusa de concierto para delinquir, concusión, cohecho propio, constreñimiento a la prostitución y tortura, delitos que fueron cometidos entre enero y noviembre de 2020.

Calderón Vargas y los policías Alejandro Garzón Puertas, Carlos Augusto Rojas y Yeferson Santiesteban Rodríguez, están siendo investigados por un allanamiento ilegal a un narcotraficante en Cali, realizado con una orden falsa el 25 de mayo de 2018. Los investigadores de la DIJIN en Bogotá, Wadith Velásquez y Yeferson Tocarruncho, habían interceptado los teléfonos de los policías de Cali porque tenían información de que hacían parte de la organización criminal de Marcos Figueroa, que estaba siendo investigada, junto con el narcotraficante Ñeñe Hernández, como determinadores del homicidio de Óscar Rodríguez Pomar, cometido en Barranquilla.

En esta interceptación, el abogado del narcotraficante reconoce, en una conversación telefónica, que los policías “robaron” 200 millones de pesos en un allanamiento ilegal en la casa de un supuesto narcotraficante en Cali. El abogado del narcotraficante instauró la denuncia pero cuando los policías se dieron cuenta de esta, llamaron al abogado y negociaron devolver, supuestamente, 100 millones de pesos para que no los denunciaran.

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Calderón Vargas, recientemente capturado en Valledupar, había denunciado a los agentes de la DIJIN, Wadith Velásquez y Yeferson Tocarruncho, que descubrieron la Ñeñe-Política porque supuestamente los habían interceptado ilegalmente. Con esa única denuncia, el fiscal Daniel Hernández apresó a los investigadores.

Paradójicamente, el fiscal Hernández trasladó a Bogotá el caso por hurto y estafa contra los policías de Cali, pese a que es un fiscal para aforados, delegado ante el Tribunal. Es decir, en un caso son victimarios, y en otro utiliza a los policías como víctimas y testigos contra los investigadores de la Dijin.

La Fiscalía tiene testigos, contra los agentes de la Dijin, a integrantes de la misma organización criminal de Marquitos Figueroa, entre esos a Paul Corrales Figueroa, encausado por el homicidio de Yandra Brito, (proceso que está en juicio oral) pero en libertad por vencimiento de términos. Por el homicidio de Brito, exalcaldesa de Barrancas, La Guajira, fue condenado a 55 años el exgobernador Juan Francisco Gómez. También es procesado Marcos Figueroa, cuyo juicio terminó y está a la espera de sentencia.

Paul Corrales es procesado también por el homicidio de Dany Deluque Taborda, asesinado el 13 de febrero de 2012, pero también libre por vencimiento de términos. Además, es indiciado por el homicidio de Óscar Rodríguez Pomar, asesinado el 18 de agosto de 2011 en Barranquilla (caso conocido como “el hijo de El Sastre), no obstante la Fiscalía no le ha dictado orden de captura. Este último homicidio fue el que originó las interceptaciones en las que se descubrieron la compra de votos del narcotraficante José “Ñeñe” Hernández a la campaña del actual presidente Iván Duque.