¿En Villavicencio los coroneles no tienen quién los cuide?

18 Octubre, 2021

Por ALEJANDRO MUÑOZ GARZÓN

Según las primeras versiones, el teniente coronel del ejercito Ricardo José Beltrán Jiménez, en el barrio Jordán de Villavicencio, fue abordado anoche por cuatro sicarios que desde dos motos simularon en principio un atraco y luego lo acribillaron y huyeron del lugar; mientras la víctima fue trasladada al Hospital Departamental de Villavicencio a donde llegó sin signos vitales.

      De inmediato las autoridades civiles y militares de la capital de los Llanos, aseguraron la zona y realizaron una reunión de urgencia para reforzar medidas de control en el área y consolidar una recompensa de 20 millones de pesos para quienes den luces seguras de los posibles autores del crimen de este uniformado.

      Con casi 28 años de servicio activo en el Ejercito Nacional, el teniente Coronel Beltrán Jiménez, se desempeñaba como Director de la División de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario del Comando General de las Fuerzas Militares.

       Según confirmo su viuda y sus hijos testigos del hecho, el uniformado intentó hacer frente a los agresores que rodearon su automóvil cuando llegaba a su casa de descanso en El Barrio El Jordán, de Villavicencio, hecho ante el cual los asaltantes le dispararon indiscriminadamente.

       Algo bien extraño y que habla suficientemente de los bajos presupuestos que hay para incrementar la seguridad incluso de altos mandos militares, es que el Coronel Beltrán Jiménez asesinado en una aparente escena de hurto callejero, no llevara consigo escoltas de protección y refuerzo y otro elemento extraño es que el oficial caído no haya cubierto su avanzada y llegada sin tener en cuenta las mínimas normas de seguridad y control sobre su lugar de llegada.

       Otro elemento que deberán estudiar minuciosamente los investigadores de la escena del crimen, es cómo reaccionó el uniformado e hizo frente a los agresores para salvar la vida de su esposa e hijos, o confirmar si los sicarios venían con plan específico de asesinarlo.

        Este hecho de sangre que enluta al alto oficializo militar del Ejercito Nacional, hizo recordar que en mayo de 1918 también fue muerto por dos asaltantes armados con cuchillos, el Coronel Carlos Alberto Cruz Lozano, en momentos en que se desplazaba a su finca en cercanías a Villavicencio; pero seis meses más tarde, la esposa del coronel asesinado Ángela Pulido Murillo, fue capturada como cómplice de los homicidas de su esposo; quien hizo dudar a los investigadores al narrar que los agresores de su esposo los habían atracado en un sector lento de la vía y luego controvirtió su testimonio al decir que su esposo se había bajado y los había enfrentado. Una vez los investigadores  cotejaron las distintas versiones y las compararon con las de uno de los capturados, se puedo establecer que efectivamente el Coronel Cruz Lozano dormía con su propio enemigo.

       Mientras se aclara la confusa muerte del Coronel Ricardo José Beltrán Jiménez, no sobra señalar que en los nueve meses corridos del 2021 han sido asesinados un total de 111 uniformados, 64 policías y 47 militares activos del Ejercito Nacional. 

       Gran pesar en muchos por la muerte de otro uniformado y gran tristeza en una inmensa mayoría, que comentan sin rodeos en redes públicas, que por ser un militar de alto rango, la policía ha ofrecido una millonaria recompensa para dar con los responsables y muy seguramente en pocos días se producirá la captura de los asesinos; lo que jamás sucede después de que tanto humilde habitante de Villavicencio o cualquier otra ciudad, cae asesinado sin misericordia, porque los delincuentes están acribillando en Colombia miles de inocentes ciudadanos después de despojarlos de sus pertenencias. 

     Galopa campante la impunidad, montada con la injusticia en moto a toda velocidad masacrando la vida en su rauda carrera y cuando cae un uniformado, las autoridades de inmediato se acuerdan que hay inseguridad...