Durante más de tres años el fiscal Daniel Ricardo Hernández Martínez (séptimo delegado ante el Tribunal Superior de Bogotá) recibió reiteradas alertas e informaciones policiales urgentes sobre más de 200 homicidios que iban a ser cometidos por el Clan del Golfo en la Costa Norte, pero permitió que se cometieran y enseguida comenzó a proteger a los 14 asesinos principales, quienes permanecen libres y continúan delinquiendo.
Expertos del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), de la Fiscalía, fueron comisionados de oficio para encubrir la llamada “Ñeñe-Política” y también una seguidilla de más de doscientos homicidios que ordenaron, principalmente por teléfono, 14 empresarios del crimen en la Costa Norte. En cada oportunidad que mandaban cometer masacres o asesinatos selectivos, investigadores de Policía Judicial se lo advertían al ya mencionado fiscal Daniel Ricardo Hernández Martínez para que actuara en defensa de la vida de las personas plenamente identificadas que iban a ser eliminadas por sicarios. Ese fiscal, empero, nunca hizo nada en ningún caso para impedir los crímenes y hasta hoy se ha negado sistemáticamente a la captura de los 14 asesinos principales, quienes continúan cometiendo homicidios y otros delitos, tales como narcotráfico, desaparición y desplazamiento de personas.
“Hernández ha debido citar a comités urgentes de trabajo por estar en juego la vida de seres humanos y asignar tareas y comunicarse con la embajada de Estados Unidos, porque hay narcotráfico, y solicitar órdenes de captura. Pero nunca hizo nada”, declaró un investigador del caso a La Nueva Prensa.
El fiscal Daniel Ricardo Hernández Martínez fue invitado por La Nueva Prensa a dar su versión sobre estos hechos y no lo hizo.
En un informe de hace 15 meses, dirigido a Daniel Ricardo Hernández Martínez, un investigador que hoy goza de protección extranjera le reiteró la necesidad suprema de ordenar la captura de los asesinos para frenar el baño de sangre y se los enumeró e identificó, pero el fiscal Hernández Martínez, como siempre lo había hecho, ignoró la recomendación. Tal lista de los asesinos, suministrada por fuentes de la oficina de Hernández Martínez, es esta:
Una de las listas de homicidios y homicidas entregada al fiscal Daniel Ricardo Hernández Martínez para que procediera a impartir justicia, pero se negó a hacerlo, es esta (suministrada por fuentes de la oficina de Daniel Ricardo Hernández Martínez):
Investigador del CTI le pidió en vano al fiscal Daniel Hernández impedir cientos de homicidios específicos... by LaNuevaPrensa on Scribd
Daniel Hernández amenazó a investigadores que supieron de antemano que cientos de personas iban a ser asesinadas y les prohibió mantener contacto con los informantes que les ayudaron a hacer esta, una de las investigaciones judiciales más completas sobre los crímenes del Clan del Golfo en la Costa Norte.
Tal investigación es la ya mencionada (radicado 110016000088200800056), que se encuentra activa pero también engavetada de manera deliberada en el despacho de fiscal Daniel Ricardo Hernández Martínez.
Lo mismo que Daniel Hernández, el expediente y los pormenores de los asesinatos constantes del clan del Golfo en la Costa Norte los conoce el director nacional del CTI, Alberto Acevedo Quintero, quien, lo mismo que Daniel Ricardo Hernández Martínez, tampoco actuó para impedir decenas de muertes ni para perseguir a los asesinos, plenamente ubicados e identificados.
Esta investigación sobre el Clan del Golfo ha requerido interceptaciones de más de 200 abonados telefónicos con aprobación y control de jueces. Reúne al menos 200 mil horas de conversaciones entre criminales. Todo ese material se supone que se encuentra a salvo porque tiene cadena de custodia.
Daniel Ricardo Hernández Martínez se ha negado a informar a la justicia de Estados Unidos sobre movimientos de drogas y dinero del narcotráfico que afectan los intereses de ese país y figuran en las investigaciones.
Antes de llegar a manos de Daniel Ricardo Hernández Martínez, el radicado 110016000088200800056 ya había pasado por despachos de fiscales en Bogotá y Barranquilla.
Daniel Hernández está imputado por la misma Fiscalía General por hechos de corrupción y aun así permanece en su cargo, impunidad que se atribuye al respaldo que le prestan el Fiscal General Barbosa, la vicefiscal Mancera y el ex vicefiscal general Néstor Humberto Martínez Neira, quien mantiene manejo en la sombra de esa entidad judicial y la mayor parte de los expedientes relacionados con los crímenes que le interesa manipular y encubrir están en manos, precisamente, de Daniel Ricardo Hernández Martínez.
Esta historia comenzó hace tres años largos, cuando el Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa, y la vicefiscal, Martha Mancera, ordenaron desfigurar y hundir lo antes posible el proceso judicial conocido como “Ñeñepolítica”. Este caso recogía cientos de grabaciones completamente legales con las que se puso al descubierto que el ex presidente Iván Duque ganó las elecciones con dineros recaudados y aportados por el extinto narcotraficante, lavador de activos y asesino José Guillermo Hernández Aponte, alias “Ñeñe”.
Al darse cuenta de que los crímenes de “Ñeñe” Hernández tenían relación y semejanza con las actividades criminales del Clan del Golfo en la Costa Norte, Barbosa y Mancera ordenaron trasladar a Bogotá el expediente matriz, distinguido con el radicado 110016000088200800056, que se encontraba en la Unidad de Crimen Organizado de Santa Marta, de la Fiscalía General. Esa investigación había recogido abundante información (en su mayor parte homicidios) sobre las actividades de esa organización en siete departamentos, cuyo nombre original fue “Los Paisas”.
“Ñeñe” Hernández comenzó a ser investigado por la Policía Nacional hace diez años y, a la postre, se comprobó que el 18 de agosto de 2011 había asesinado en Barranquilla al joven Óscar Eduardo Rodríguez Pomar, de 29 años, hijo del sastre de esa ciudad Carlos Rodríguez Gómez.
“Ñeñe” le debía dinero a Rodríguez Gómez y lo mandó matar para eludir la deuda pero los sicarios que contrató (del Clan del Golfo y de la banda de Marcos Figueroa y el exgobernador de la Guajira Juan Francisco Gómez, alias “Kiko) se equivocaron y asesinaron al hijo del prestamista.
“Ñeñe” Hernández fue asesinado en Brasil, en circunstancias confusas, en mayo de 2019. Una versión brasileña preliminar planteó que sicarios lo asesinaron para robarle un reloj y fuentes de policía colombianas sostienen que su muerte fue ordenada desde Colombia.
Durante la investigación por ese crimen, el mayor Fabián Tocarruncho Parra y el suboficial Wadith Velásquez (ambos de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol, de la Policía Nacional), descubrieron que, además de homicida, “Ñeñe” Hernández era un pujante empresario de la cocaína y acaudalado financiador de la campaña presidencial de Iván Duque en siete departamentos de la Costa Norte, donde le adquirió millares de votos que le dieron el triunfo.
La primicia y la investigación más completa que existe sobre la “Ñeñepolítica” es de La Nueva Prensa y sus 24 reportajes correspondientes se pueden consultar aquí.
En próximo reportaje sobre los más de 200 homicidios impunes La Nueva Prensa divulgará grabaciones de las conversaciones en que jefes del Clan del Golfo ordenan cometer homicidios específicos y frente a lo cual el fiscal Daniel Ricardo Hernández Martínez se negó a ejercer su papel superior e ineludible de garante constitucional.
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NOTA: La totalidad de la documentación e información recaudada para este reportaje será puesta a disposición de la justicia en varias denuncias que el autor elevará mañana en distintas instancias de Colombia y fuera de ella.