Abogada Mg. DDHH
Saudade es una palabra muy especial, es propia del idioma portugués y no existe una palabra que la traduzca al español.
Saudade hace referencia a la sensación generada por una mezcla de sentimientos que permite un espacio común entre la tristeza y la alegría... es un coctel preparado con nostalgia, añoranza, melancolía y felicidad a partir de recuerdos característicos de una época o un momento. Refleja la alegría de lo que fue y que permanece en la memoria, pero también refleja la evocación, el vacío propio de lo que no volverá a ser; canciones, olores, imágenes y lugares que evocan recuerdos.
Creo que en esta época en que la pandemia nos modificó las dinámicas individuales y colectivas, hemos experimentado saudade por lo que era eso que llamamos “normalidad” y la expectativa de recuperar buena parte de lo que se extraña: la interacción personal mirándonos a los ojos, las sonrisas expuestas, los abrazos, viajar sin restricciones, ir a cine y para quienes perdimos seres queridos en esta época, permanece el recuerdo de lo que éramos cuando estábamos “completos” en esa normalidad.
Yo, particularmente, siento saudade al recordar los abrazos de mi papá, sus palabras amorosas; siento tristeza por su ausencia y también alegría por lo vivido. Hace poco olí una plastilina nueva que me transportó a esa época de mis primeros años de colegio: recordé voces de niños, risas, la imagen de un tablero verde con escritos en tiza y un salón de clase con pupitres pesados, cuando la diversión era la mayor preocupación. También ver fotos de mi hijo cuando era apenas un bebé, me produce esa sensación...
Estamos hechos de momentos que son como retazos de experiencias, emociones y sentimientos, más allá de lo que nos identifica por nuestro oficio, profesión o colección de títulos; lo valioso y real, en últimas, es eso intangible que nos ha forjado como personas, las vivencias.
Lo demás resulta accesorio y a veces, vanidoso, más en momentos donde el odioso virus nos llevó a valorar la vida, la salud y el amor, mientras el resto se detuvo.
¿Ha sentido saudade?