Washington, D.C.— La declaración emitida ayer por la delegación de EEUU ante las Naciones Unidas, explicando su voto contra la resolución que condena el bloqueo unilateral de EEUU contra Cuba, deja claro que la Administración de Biden mantiene y defiende la política de la era de Trump hacia la isla. Es un distanciamiento preocupante de la promesa del entonces candidato Joe Biden a “revertir las políticas fallidas de Trump, que no hacen más que infligir daño a los cubanos y las cubanas y sus familias”.
La estrategia de exhaustivas sanciones unilaterales ha fracasado en su intento de hacer avanzar la democracia y los derechos humanos, como lo reconoció la entonces embajadora (y actual administradora de la USAID) Samantha Power en 2016, cuando se abstuvo de votar sobre una resolución similar en las Naciones Unidas, afirmando que “en vez de intentar cerrar a Cuba del resto del mundo, queremos que el mundo de oportunidades e ideas se abra al pueblo de Cuba”.
En un momento en que el Presidente Biden se compromete a trabajar a la par de otros esfuerzos para combatir la pandemia de COVID 19, esta postura socava los intentos de mejorar la reputación de EE.UU en el mundo, lo cual es una pieza clave de la política externa de Biden. (En la Asamblea General, únicamente Israel acompañó a EE.UU en su oposición a la resolución, como lo hizo en años anteriores).
Esta estrategia tampoco ayuda al pueblo cubano que ahora se enfrenta a la escasez de alimentos y medicina, situación exacerbada por las sanciones norteamericanas, así como por la pandemia. Esas sanciones dificultan la vida de las mujeres cubanas principalmente y obstaculizan la capacidad de Cuba de gestionar COVID-19 y acelerar la vacunación masiva. Buscar agudizar el hambre, sobre todo en medio de una pandemia global, es injusto e inmoral. Sesenta años de bloqueo no han hecho avanzar los intereses de EEUU y han impactado a la población más vulnerable de Cuba, afectando los medios de vida de las familias e impidiendo el progreso hacia una sociedad más justa e inclusiva. Es una desgracia vergonzosa que la Administración de Biden vote por defenderlo.
Center for Democracy in the Americas (CDA)
Cuban Americans for Engagement (CAFE)
MEDICC Review
Oxfam
La Oficina en Washington para Asuntos Latinomaricanos (WOLA)