Universidad del Catatumbo

21 Diciembre, 2022

Por CICERÓN FLÓREZ MOYA*

 Como se ha dicho reiteradamente, la educación es motor fundamental en el desarrollo o crecimiento de toda sociedad. Dotar a los seres humanos de conocimientos y saberes es darles la luz que les permite interpretar y comprender la vida en sus múltiples posibilidades. Es proporcionarles una formación capaz de darle una función creadora a su talento y hacer que se tenga conciencia de los valores y los recursos inherentes a la existencia. Es infundir responsabilidad en los actos cotidianos que generan relaciones con cuanto está en el entorno de las personas. Es una savia determinante.

Por eso la educación es un derecho que no admite sesgos. Es prioritario. Desafortunadamente no siempre ha tenido ese reconocimiento. Las restricciones clasistas han recortado la cobertura, lo cual limita el acceso de buena parte de la población a los establecimientos de enseñanza y con respecto a la de grado superior la situación es de mayor gravedad.

Los cupos universitarios son limitados en las instituciones oficiales y en las privadas los costos resultan inalcanzables para los sectores en nivel de pobreza. A pesar de que la Constitución de Colombia consagra el Estado Social de Derecho su aplicación es nula y la educación está entre las necesidades insatisfechas, un vació que debe ser tomado en cuenta ahora que se ha entrado en una etapa de cambio.

El presidente Gustavo Petro ha puesto la educación entre las prioridades de su gobierno y con respecto a la universitaria ya ha demandado la ubicación de predios destinados a la ejecución de los proyectos que se requieren. Para el Catatumbo en Norte Santander ya acogió el proyecto de creación de una universidad y lo reiteró el pasado viernes en la reunión de cocaleros en ese mismo territorio. Se trata de una positiva decisión en respuesta a un anhelo regional.

La Universidad del Catatumbo es un proyecto de educación superior en la perspectiva de generar efectos positivos a la comunidad regional.  Efectos que serán el resultado de los procesos surtidos por el  aporte del conocimiento al manejo y comprensión de los problemas regionales.

A quienes corresponda el manejo de la universidad tendrán que proceder con el debido rigor que impone la consolidación de una institución académica. No puede reducirse a ligerezas o articularse a los afanes politiqueros que llevan a la degradación. Se trata de una empresa que impone para su manejo decencia e idoneidad.

A las universidades de Pamplona y Francisco de Paula Santander les corresponde contribuir a la consolidación de la que se abrirá en el Catatumbo. Una articulación o integración de las tres, seguramente las fortalecerá en conjunto si aportan experiencias y recursos de ayuda al desarrollo cualitativo de la enseñanza.

Los sectores activos de Note Santander están también llamados a apoyar la nueva universidad y apreciarla como un aporte del gobierno a los variados problemas generados por el conflicto armado en el Catatumbo. Una iniciativa de tal naturaleza merece la mayor atención dada la utilidad que va a ofrecer. No es una obra cualquiera. Y merece preservarse y estimularse a fin de infundirle la dinámica que requiere el cumplimiento de los objetivos asignados a la función que tendrá.

 

Puntada

La muerte de Rafael Lamus Becerra genera un sentimiento de duelo por la decencia que caracterizó su vida. Fue una persona de prestancia moral y mereció el aprecio y el respeto de quienes lo conocieron.

 

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