Treinta y cuatro requisitos para ser presidente de Colombia y poder ejercer

04 Agosto, 2021

Por GONZALO GUILLÉN

No pasa un día sin que alguien me pregunte quién será el próximo presidente de Colombia. Ayer lo hizo una bacterióloga mientras me extraía varias muestras de sangre. Antes de vaticinar algo concreto en todos los casos hago un examen de las posibilidades, menudas y particulares, que le veo a cada uno de los potenciales aspirantes que imagino, muchos de los cuales nunca se han lanzado ni se lanzarán a unas elecciones. En toda plática política las ganas se imponen sobre la razón: unos dicen que ganará cualquier cosa que ponga Uribe (desde su hijo Tomás hasta una vaca romosinuana), otros coronan a Petro y algunos a un manso imaginario -que no aparece-, sin orillas ni cicatrices ideológicas. Son apuestas intuitivas, como las que se hacen en un canódromo.

No tengo la menor certeza de lo que ocurrirá.

Durante varias semanas me he dedicado a cavilar sobre quién puede ser a ciencia cierta presidente en las actuales circunstancias del país y deduzco que no será el que se necesita para salir del albañal con su protección sino el que entienda las propiedades de la impudicia natural con la que deberá desenvolverse para resistir y, además, reúna las aptitudes personales poco comunes que debe poseer para convertirse en gobernarte real, es decir, una bestia gentil.

Cavilando estas noches mientras sobrellevo una crisis de insomnio, enumeré treinta y cuatro requisitos sin los que, a mi modo de ver, nadie podrá agarrar y luego ejercer la presidencia de este país echado a perder, lo cual no quiere decir que deba ser un redentor. Solamente trato de ver quién es el más apto para llegar y mantenerse haciendo creer que es un redentor.

Nada de lo que sigue enumerado es producto original de mi propio juicio, solamente es la lista de deducciones personales y condiciones que he encontrado y anotado en diversas lecturas, viendo documentales y oyendo opiniones.

           

 Requisitos:

  1. Ten seguridad plena y megalómana en ti mismo.
  2. Cree siempre que eres el centro del universo y convéncete de ello.
  3. Inventa un enemigo.
  4. Elige cuándo y cuántas veces atacarás al enemigo que te inventaste.
  5. Desde el primer día debes mostrarte como un hombre o una mujer del pueblo.
  6. Crea un movimiento político y diséñale un símbolo.
  7. No dejes que transcurra un día sin hablar con amor de “la patria”, concepto que despierta los sentimientos más repugnantes e irracionales del ser humano y en nombre del cual puedes pedir cualquier sacrificio del pueblo: desde entregar a sus hijos para que mueran en una guerra que debes inventarte, hasta sucumbir en la miseria como contribución heroica a “la historia”.
  8. Desde el primer día de tu vida pública, incluso antes de ganar ninguna posición, haz creer que la obediencia de tus subalternos, seguidores y del pueblo en general, es unidad.
  9. Debes dominar todas las ramas del poder público y los órganos independientes de control.
  10. Forma un grupo cerrado para dirigir y gobernar, así: un organizador muy hábil, un militar sanguinario y despiadado, un asistente de confianza absoluta y un héroe condecorado para que los dueños del dinero no te tengan miedo y financien tu causa. Solamente uno de esos asesores debe ser el más leal de todos y los otros deben notarlo.
  11. Pregona la teoría de que “nadie es imprescindible” y bota y humilla de vez en cuando a algún miembro de tu círculo cerrado. No hace falta que haya motivos, basta con que exista la necesidad de mostrar que eres el que manda.
  12. Siempre surgirán problemas y en cada caso debes elegir chivos expiatorios a los que les caigan las culpas y no puedan defenderse.
  13. No sirve que tus dependientes estén tranquilos y mucho menos el pueblo. Deben permanecer en estado intranquilidad.
  14. Busca en todo momento oportunidades para acabar o inhabilitar las libertades y los derechos civiles. Pero siempre que sea necesario debes recordar que son garantías constitucionales vigentes.
  15. Debes acabar con la oposición a toda costa.
  16. Tu lema íntimo debe ser matar o morir porque si no matas, todos los días estás expuesto a que te maten.
  17. Todos los días debes confirmar que tienes impuesto tu dominio.
  18. Permanece siempre alerta, de día y de noche.
  19. Acaba a tiempo con cualquier rival fuerte y encárgate de que subsistan los rivales débiles para herirlos en su amor propio, acusarlos y mostrar que existen gracias a que eres un demócrata benévolo.
  20. Todos tienen que tenerte miedo, hasta tus hijos.
  21. Debes tener una policía secreta, verdaderamente secreta, y despiadada.
  22. Debes espiar a todo el mundo por distintos medios a la vez, como la Policía Nacional, el CTI y la Agencia Nacional de Inteligencia. Si las informaciones de todas esas fuentes no coinciden, alguien te está engañando y debes lapidarlo públicamente.
  23. Debes poseer una gigantesca red de informantes y otra de contra-informantes. Los miembros de una y otra deben saber siempre que si te fallan, se mueren.
  24. No importa dónde se escondan quienes son perseguidos por ti, tú los encontrarás y debes ocuparte de demostrar que lo hiciste sin miramientos.
  25. No deben existir leyes contrarias a tus intereses y debes tener un equipo profesional que las detecte y las derogue o modifique por las vías que sean necesarias.
  26. Róbate todos los recursos de tu país que más puedas, pero debes compartir una pequeña parte de tu botín con el pueblo para que tenga el convencimiento de que trabajas para él y le das todo lo que buenamente necesita.
  27. Tus rivales en todo momento deben permanecer asustados y desequilibrados. Debes poseer mecanismos que verifiquen y garanticen ese desequilibrio.
  28. Elige cada año una o más batallas que puedas ganar con toda seguridad y comparte los triunfos con el pueblo. Los falsos positivos de Uribe son una muestra perfecta.
  29. Todos los días debes tener presente que la verdad es inconveniente, a menos que te favorezca.
  30. Debes constituir mecanismos y reclutar expertos para amañar la historia a tu conveniencia. Que sea una visión propia tuya, teniendo en cuenta que lo haces para manipular el presente y el futuro.
  31. Debes controlar la información y convertirte en la única fuente fiable de toda verdad y de toda información.
  32. Recuerda que todos los grandes poderes se basan en grandes mentiras y que, por las buenas o por las malas, harás que las tuyas sean irrefutables.
  33. Recuerda: La gente hambrienta hace cualquier cosa que le pidas, comenzando por darte el voto en las elecciones.
  34. Por último, ten presente que todo tirano cae y la mayor parte de las veces ocurre violentamente. Por tanto, guarda en el exterior la mayor parte de lo que hayas robado.