"Tachas a la prensa liberal de mentirosa cuando te tilda de neonazi, pero te comportas como tal"

31 Mayo, 2020

Por DANIEL MENDOZA LEAL

Respuesta del abogado Mendoza al exsenador Pablo Victoria

 

 

Bogotá, 9 de abril de 2015Señor Pablo Victoria (Socio y aspirante a la junta directiva del Club El Nogal)

 

Estimado Pablo,

 
 

A diferencia tuya yo nunca he pensado en dejar de contestarte. Tus palabras merecen mil y un respetos y por esta razón, vale la pena esmerar una respuesta.

 

Tachas a la prensa liberal de mentirosa cuando te tilda de neonazi, pero te comportas como tal. Me di a la labor de investigar. Un par de llamadas bastaron para contactar algunos de los periodistas que te homenajearon con sus letras y debo decirte que estas mintiendo.

Recuerda que vivimos en una democracia, en ella, las ideas pueden ser expresadas libremente y por eso tú tienes todo el derecho a ser (si así lo fueses) uno de los ideólogos del nazismo en Colombia. Tienes derecho a difundir tus ideas como aquel día en que, dentro del marco del lanzamiento de la Alianza Nacionalista por la Libertad, que es el ala política del grupo Neonazi denominado “Tercera Fuerza”, tú obraste como el conferencista que abrió la ceremonia.

Te invitaron al lanzamiento del ideario político del organismo Neonazi más agresivo y brutal del país, y tú no solo aceptaste la invitación, sino que los nutriste con tus sabias palabras. Todos te aplaudieron, todos te ovacionaron. Todos gritaban vivas y estiraban sus brazos, todos esos cabezas rapadas con esvásticas, a quienes han sindicado de múltiples crímenes en contra de las minorías.

Eso que tú hiciste no es un delito. Acompañar a los criminales en sus idearios no te hace criminal, entonces… ¿Por qué te empeñas en negar tú credo?...esta es una democracia, tienes derecho a difundir la ideología que a bien tengas profesar. Sal del closet Pablo, si eres fascista, aquí y ahora, tienes derecho a expresarlo.

Dices no serlo, pero yo Pablo, con el respeto que me mereces y de forma sincera, debo decirte que no te creo. No te lo creo porque los hechos, además de retratarte y filmarte en medio de todos esos bandoleros, dibujan un ser compulsivo e intolerante, ¿O son también mentiras de esa prensa “liberal” y calumniadora, todos los insultos que le has escupido a los gays?

Cuando uno se dirige a una comunidad respetable y digna como la comunidad LGBT, tildándolos de putos, sodomitas y machoras, te estas portando como un facho neonazi y el comportarte como tal, es convertirte en uno de ellos.

Y qué me dices Pablo del discurso de casi una hora, con el fin de negarle a las negritudes sus curules. No se te hace Pablo que como dice la propaganda, a veces tus ideas te sitúan, no sólo en el lugar sino en la época equivocada, ¿Que te crees Pablo? ¿El gobernador de Luisiana en los sesentas, dándose la pela para que no votara Martin Luther King?

Cuéntame algo. ¿Cuándo retaste a Valencia Cossio a un duelo de espadachines, lo ibas a frentear con la espada chiviada de Simón Bolívar?... aquella que en el senado aseguraste te pertenecía y que resultó ser una réplica barata. ¿En Athos, en Portos o en D´artagnan?... ¿En cuál de ellos te llegaste a sentir reencarnado?

No se te olvide que tus frases están siendo analizadas y procesadas por un abogado penalista con casi 20 años de litigio a cuestas. Fácilmente y sin mayor esfuerzo, salta a la vista lo contraevidente de tus débiles argumentos, cuando afirmas que la única forma de que te dieran micrófono las emisoras, fue agarrar a madrazos y malparidazos a Daniel Coronell. Eso Pablo no es verdad, vuelves a mentir, pues si analizamos lo sucedido, vemos que tan pronto salió la nota que te implicaba en el asesinato de Álvaro Gómez Hurtado, tú replicaste a las patadas. Es decir, desde un punto de vista tempo espacial, tu defensa no se sostiene.

Por otra parte, ¿Siendo tú, un ex senador al que acababan de inculpar de un magnicidio, crees posible que ninguna emisora te iba a brindar un espacio? Eso no te lo cree nadie, ni siquiera ese panísima tuyo, que desde la procuraduría, pretende adoctrinar a esta sociedad pensante que ya se le salió de las manos.

Ahora Pablo, suponiendo que lo que dices es verdad, que ninguna emisora del país quería dejarte hablar, ¿Es así como acostumbras lograr tus propósitos? ¿Cuantos madrazos y a quien se los vas echar, cuando seas miembro de la junta directiva de Club?; pero lo que más me sorprende es que ahora vengas a decir que Daniel Coronell se merecía dichos insultos, ¿Por qué entonces en su momento, después de que amainó tu carácter y te diste cuenta de la embarrada, le pediste disculpas?

La única diferencia entre tus madrazos y los míos, es que los tuyos son un desafuero más de tu personalidad explosiva, tan propia de aquellos tiranillos tropicales de otros tiempos. Mis madrazos en cambio no tienen excusa. Cada uno de ellos fue pensado, procesado, analizado y disfrutado con el fuego gozoso que producen en mí las letras cuando las escribo. Son una expresión literaria desarrollada especialmente por Hunter S Thompson, creador del periodismo Gonzo que sigue siendo tan popular en Norteamérica. Te documento Pablo, hay otras cosas más allá de “Mi Lucha” de Adolfo Hitler y de la “Nueva Catolicidad” de Giménez Caballero. Si hubieras dejado a un lado tanta literatura oscurantista, muy probablemente sabrías a que me refiero.

Pretendes que también te creamos, que no estas defendiendo a los socios suspendidos que cometieron ilícitos, ¿Por quién tomas a los miembros del Club? Si ese micrófono que no lograste frente tus calumniadores, sí lo conseguiste cuando al aire litigaste en favor de Pedran Faniam y del exsuperintendente Jairo Rubio Escobar en la FM.

Te atreves a decir ahora que pugnas por el procedimiento y sus fallas ante la sanción que les impuso la junta, pero que eso no es defenderlos. Eso que hiciste Pablo, es lo que hace siempre todo abogado: atacar el procedimiento en procura defender los intereses del cliente.

Es obvio que al controvertir el procedimiento Pablo, los estas defendiendo. Y que eso es lo que vas a llegar a hacer en la junta. Defender a tus amigos Sabas Pretel, Diego Palacio y obviamente, a Rubio y a Fanian.

Ahora Pablo, tu justificas las groserías de tu twitter, pero junto con tu plancha, aquella mal llamada “la democrática”, pretenden para las mías, esa sanción de la que hablas en tu carta.

La respuesta que me diste no deja de ponerte en evidencia, te reafirmas en tus convicciones al anunciar como punto de campaña electoral, una sanción “ejemplarizante” por el artículo que  le escribí al procurador. Sanción que debes proponerle a tu sequito sea mucho más severa, porque mis artículos no se limitan sólo al Procurador, también mis letras han golpeado donde más le duele al senador Gerlein, a militares asesinos, a los parapolíticos, a tu amigo el exministro prófugo de Agroingreso y a todos esos compinches ideológicos que te secundan y que atentan en contra de la constitución y de los derechos fundamentales.

La hoguera Pablo. Eso es lo que merezco. La tortura en el potro inquisidor y luego que se me chamusque entre las brazas. ¿Y tú te atreves a tratarme de jihadista y ayatolá? ¿Y te quejas de lo que pasa en Venezuela? ¿Y dices que ha Colombia va a llegar el Castro Chavismo?... pero a la vez te comportas como Castro en sus peores épocas al promover un linchamiento social, por mis escritos, por denunciar la corrupción dentro y fuera del club, los fraudes y la deslealtad de tus prohijados. Como siempre Pablo, tus palabras no siguen el mismo curso de tus actuaciones.

Quisiera ver hasta dónde llega esta democracia. Quisiera Pablo que le propongas a la asamblea que se me procese y que me sancione la junta “ejemplarmente” por manifestar mi posición ideológica y filosófica en una columna de opinión, por escribir groserías como lo hicieron Henry Miller, Bukowski y García Márquez, en todos esos libros que tu amigo el procurador abusivamente sustrajo de la biblioteca de Bucaramanga y chamuscó en la hoguera pública, aquel 13 de mayo de hace más de 30 años.

Tu amenaza además de ilícita es extemporánea. Ya la junta analizó todos mis escritos y los puso a consideración de eminentes juristas que se pronunciaron en derecho, diciendo que a la luz de la constitución y los derechos fundamentales, a mí ni a nadie en un estado de derecho, se le podía restringir, ni sancionar, ni siquiera iniciar procedimiento alguno, en ningún tipo de institución ni club social, por expresar sus ideas en una columna de opinión.

Tengo Pablo la respuesta de la junta del Club que obró democráticamente, al decir que tengo todo el derecho a escribir mis artículos de la forma en que a mí se me antoje. Ni tu ni nadie puede meterse con mis letras. Para eso Pablo está la ley y si al procurador no le gusta lo que le dije o si piensa que le estoy diciendo mentiras, mándale a decir que por favor me denuncie rapidito.

Sin embargo Pablo, me estas amenazando y cómo vas estar en la junta, te voy adelantando que he dado a conocer este escrito a las asociaciones en pro de la libertad de prensa de las cuales hago parte y a la comunidad LGBT por la cual intercedo en los artículos que escribí en contra de Gerlein y del Procurador, comunidad en la que tengo varios amigos, a quienes hemos acompañado con mi esposa en varias marchas, pues ella y yo, como artistas y literatos, creemos en sus reivindicaciones, que traducen una sociedad más tolerante y pacífica.

Debo advertirte que al atentar en contra de mis posiciones ideológicas y mi libertad de expresión, tú y tus compañeros de la lista a la junta que se hace llamar "democrática", deberían ser investigados penalmente. Vuelvo y reitero, no lo digo yo, lo dice la ley. Esa “pestilente orgía de derechos” como llamas en tus conferencias a las nuevas constituciones… ¿Vuelvo a exagerar? Te pongo de presente el artículo 134 B del Código Penal, que no sólo me ampara frente a tu hostigamiento sino que lo sanciona severamente, además te informo que la fiscalía creó una unidad especializada para la investigación de este delito, pégale una leída a la norma y me cuentas:

Artículo 134B. Hostigamiento por motivos de raza, religión, ideología, política, u origen nacional, étnico o cultural.

“El que promueva o instigue actos, conductas o comportamientos constitutivos de hostigamiento, orientados a causarle daño físico o moral a una persona, grupo de personas, comunidad o pueblo, por razón de su raza, etnia, religión, nacionalidad, ideología política o filosófica, sexo u orientación sexual, incurrirá en prisión de doce (12) a treinta y seis (36) meses y multa de diez (10) a quince (15) salarios mínimos legales mensuales vigentes, salvo que la conducta constituya delito sancionable con pena mayor”.

Muy respetuosamente, en espera de tu contestación y sobretodo del  trámite de esa sanción “ejemplar”, que tú pretendes se le aplique a este perverso individuo, que cometió el delito de escribir y expresarse,

Daniel Emilio Mendoza Leal