Similitud del perfil psicopático en los autores de matanzas

19 Mayo, 2018

Por JUAN TRUJILLO CABRERA

Las masacres perpetradas en los últimos años en los Estados Unidos parecieran mostrar patrones comunes en el perfil de los asesinos, a quienes curiosamente no se les ha comprobado tener relación directa con el terrorismo. Se trata de individuos aislados de cualquier organización delictiva, pero en los que concurre el fanatismo político, el patriotismo, la afición por las armas, el odio en redes sociales y la intolerancia por la diferencia.

Esta es una breve cronología de las últimas tres matanzas:

Bar Gay “Pulse” de Orlando, Florida. 12 de junio de 2016. 50 personas asesinadas y 56 heridas. El autor, Omar Seddique Mateen, americano de origen afgano. Empleado de una compañía de seguridad, contaba con permiso para portar armas. Estaba vinculado al fanatismo político. Según el FBI, Marteen se radicalizó en Inernet con comentarios incendiarios en contra de la comunidad gay. Fue catalogado como un crimen de odio contra la ideología de género y con carácter político.

Iglesia Bautista de Texas. 7 de noviembre de 2017. 26 personas asesinadas. El autor, Devin Kelley, trabajó en la Fuerza Aérea y luego fue dado de baja por violencia intrafamiliar. En su red social de LinkendIn se definía como un empedernido nacionalista: “Soy una persona altamente trabajadora y comprometida. Y vivo según los valores de la Fuerza Aérea”. Por su parte, en su perfil de Facebook mostraba su apego a las armas. En un post exhibió una imagen de su última adquisición, una poderosa Rueger AR. Ofensivo en su lenguaje, afirmó: “Ella es una mala puta”.

High School de Parkland, Florida. 14 de febrero de 2018. 17 personas asesinadas. El autor, Nikolas Cruz, presumía en internet posando con sus armas. Le gustaba vestir camisetas nacionalistas y mostraba un comportamiento agresivo en redes sociales. Según CNN, en un chat de su cuenta de Instagram habló sobre matar mexicanos, mantener encandenados a los negros y cortarles el cuello. También mostró su xenofobia en contra de los judíos e inmigrantes. Consideraba traidoras a las mujeres blancas que se relacionaban con negros.

El propio presidente Trump reconoció después de la masacre de Parkland, que “Tenemos muchos problemas de salud mental en nuestro país, al igual que otros países”. Por su parte, el senador demócrata por Florida Bill Nelson subrayó que hay que impedir que las personas con problemas mentales puedan comprar armas de fuego.

Según el diario EL ESPECTADOR, Jeffrey Swanson, profesor de psiquiatría de la Universidad de Duke, explica que “la violencia con armas de fuego y las enfermedades mentales son problemas de salud pública que se cruzan en los límites”.

Si bien el fenómeno de la violencia que se vive en los Estados Unidos es diferente al caso colombiano, es muy importante que se empiece a mirar con atención ésta problemática, debido a que la polarización política que se ha generado en nuestro país desde los últimos años, ha incrementado severamente los niveles de agresividad y odio en las redes sociales, lo cual puede estar aumentando los problemas de salud mental de los colombianos, sin que se tenga ningún estudio sobre el particular. Y en este marco perfectamente podría estarse gestando los ingredientes para un coctel sociopático explosivo, ya no bajo la dirección de grupos insurgentes, sino por parte de individuos aislados, dominados por el patriotismo, el odio profesado en redes sociales, la intolerancia, el acceso a las armas y el fanatismo político.