Parte 1: ¿A qué iba el senador Arturo Char al congreso?

30 Julio, 2020
  • Cómo los bancos, entre ellos Serfinanza, del clan Char, quedaron autorizados vía Congreso para acceder a los datos bíometricos de los Colombianos


Por CUESTIÓN PÚBLICA

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Corría el año 2015. Viajaron calladitas las líneas del parágrafo que se añadieron y beneficiaron a Serfinanza entre leyes que fueron aprobadas por bloques. En el púlpito del Salón Boyacá del Congreso estaban los secretarios que abrieron la sesión. Los congresistas de las comisiones económicas de ambas cámaras del legislativo hicieron presencia en el recinto para votar y discutir la ley más importante de toda la legislatura. 

Era el Plan de Desarrollo y cobijó el segundo gobierno de Juan Manuel Santos. Unas líneas del parágrafo número dos, de uno de los artículos contenidos en esa ley, abrió el acceso y consulta de los datos biométricos de los y las colombianos/nas a los bancos y entidades financieras. Por primera vez. 

Eso pasó en la sesión del 22 de abril del 2015.

Unos 47 días atrás, dio la casualidad que el senador Arturo Char, que se ha distinguido por sus escasas propuestas de proyectos de ley y ponencias, instaló y moderó el primer Foro para discutir ese Plan de Desarrollo (2014-2018), con la idea de “descentralizar la discusión y los alcances del Plan Nacional de Desarrollo por todo el país”. 

Por alguna poderosa razón en esa ocasión se destacó al lograr que la “sede del primer encuentro” del Plan de Desarrollo fuera en Barranquilla. En la foto del artículo que dejó consignado el lobby político por parte de los Char en el Plan de Desarrollo, el senador  pareció coquetear con la cámara que lo captó. Tiene su dedo índice derecho apuntando a la boca y un gesto entre pensativo y sonriente.

“Para el senador Arturo Char el hecho que hayan escogido a Barranquilla para iniciar este proceso de discusión del Plan de Desarrollo ratifica el liderazgo de la ciudad en el concierto nacional”, consta en el artículo del portal eje21.com.

A ese foro, que tuvo lugar el 6 de marzo de 2015, llegó casi todo el gabinete de Santos de su segundo gobierno: el ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, el director de Planeación Simón Gaviria, la ministra de Transporte Natalia Abello, el ministro de Minas y Energía Tomás González, el MinTic Diego Molano y la ministra de Educación Gina Parody. También llegaron invitados de las comisiones III y VI de la Cámara de Representantes y el Senado de la República. “Así como los miembros del denominado Bloque Costeño del Senado y los gobernadores y alcaldes de las principales ciudades de la Costa Caribe”, según el artículo del Congreso que promocionó el foro. 

Para ese entonces el senador Char era el presidente de la Comisión Cuarta del Senado. 

Entre tanto el Plan Nacional se discutió en el Congreso y su articulado sufrió cambios. Estas líneas favorecieron directamente a la empresa Serfinanza* de los Char y a casi todos los banqueros del país. 

Ante el Congreso se movió como una iniciativa de Asobancaria y la Registraduría Nacional del Estado Civil, entidad que ya venía tramitando un convenio con La Unión Colegiada de Notarios, bajo la dirección del exregistrador Carlos Ariel Sánchez. “Para acceder de manera directa a la base de datos de la Registraduría y a través de un aplicativo, podrá comparar en tiempo real, la información de las huellas dactilares de los ciudadanos, que acudan a alguna de las 898 notarías en el territorio nacional”, según un artículo de la misma entidad.

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De vuelta a ese 22 de abril de 2015, la ponencia estaba en hojas impresas desperdigadas por las curules del recinto. Al pasar por las aprobaciones de las diferentes comisiones y cámaras el artículo fue cambiando de nomenclatura. Esto fue por los arreglos que los legisladores hicieron a los borradores: subieron y bajaron artículos dependiendo de la edición del documento en cada sesión, previo a ser aprobado. 

Las líneas, que favorecieron a los Char y a banqueros como Luis Carlos Sarmiento, quedaron insertas así: “Obligatoriedad de suministro de información” (…) Los particulares que desarrollen las actividades del artículo 335 de la Constitución Política y los demás que autorice la ley, podrán acceder a las réplicas de las bases de datos de identificación de la Registradora y consultar en línea minucias dactilares.” Los sujetos del artículo 335 de la Constitución Política de Colombia, la carta magna, son los bancos, las entidades financieras, la bolsa de valores y las aseguradoras. 

Hubo barullo en el recinto legislativo ese día. La secretaría de la comisión económica en pleno leyó casi de memoria: “Por orden de la Presidencia procedió a hacer el llamado a lista en la Comisión Cuarta del Senado y contestaron los honorables Senadores: Ashton Giraldo Álvaro, Álvarez Montenegro Javier Tato, Amín Escaf Miguel, Besayle Fayad Musa, Cepeda Sarabia Efraín José, Char Chaljub Arturo, Merheg Marún Juan Samy”. Casi el mismo “Bloque Costeño del Senado” que Char invitó al Foro del Plan Nacional de Desarrollo. 

Pero el senador Char debió declararse impedido antes de votar “Sí” o “aprobado” a las líneas que ya traía el parágrafo número dos. ¿Por qué? porque en su declaración de intereses ante el Congreso (2006-2010) lo consignó con su propio puño y letra: “En cumplimiento de (…) la Ley 5ta de 1992, declaro que poseo participación en las sociedades que se relacionan en mi declaración: Olímpica S.A, Serfinansa S.A, Organización Radial Olímpica S.A, Empaques Transparentes S.A, Laboratorio Best S.A”.

De ninguna manera ese congresista le recordó a los asistentes del recinto que era y es accionista de Serfinanza, empresa interesada en esos datos personales de los colombianos. El senador no era cualquiera pues hizo parte inicial del equipo de ponentes del proyecto de ley del Plan de Desarrollo y además era el presidente de la comisión Cuarta del Senado.

No hizo alarde en público de que su papá es uno de los caciques políticos más importantes del Atlántico. Que todos juntos, los hermanos y familiares del clan, tienen empresas electorales y financieras cuyo patrimonio alcanza los 1.481 millones de dólares en ventas (2019). Nunca. Jamás. 

Al final el hoy presidente del Senado Arturo Char, del partido Cambio Radical, no se declaró impedido. 

Ese miércoles 22 de abril de 2015 todo quedó grabado y consignado en la Gaceta del Congreso No. 521. Fue, quizá, el poco trabajo que se le vio hacer en toda la legislatura. Esas líneas del parágrafo dos, finalmente, quedaron consignadas en el Plan Nacional de Desarrollo, que se convirtió en la ley 1753, artículo No. 159.

Según el balance financiero de Serfinanza de marzo de 2020 Arturo Char sigue siendo accionista. Hoy ese banco maneja las 775.567 tarjetas de crédito Olímpica, cifra tomada del balance financiero de 2019. 

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¿Para qué acceder a los datos biométricos de las cédulas de los colombianos? Asobancaria basó sus argumentos en que “la biometría permite autenticar a clientes y usuarios en toda la red de oficinas de la red bancaria a través de dispositivos móviles, en tiempo real y con los mayores estándares de seguridad”, según lo tienen en su propia web. 

¿Cómo es posible que ninguna autoridad pública se haya percatado que un clan político con contienda electoral, que pone alcaldes, gobernadores y congresistas, haya logrado el acceso a los datos biométricos de las cédulas de los colombianos/nas? Fuera del recinto, los únicos que advirtieron la desregularización de los datos personales fueron los de la Fundación Karisma, una organización civil que trabaja en la promoción de los derechos humanos en el mundo digital. Como dirán cuatro años después a esta periodista: “nosotros dimos por perdida esa pelea, en últimas, es cierto que los bancos se venían quejando por las altas cifras de fraude”.

Tras obtener el acceso a los datos biométricos de los colombianos a través de Serfinanza dio la casualidad que en las elecciones del 2018, el clan Char logró apoyar a nueve personas que fueron elegidas como congresistas, además del senador Arturo. Dato que documentó La Silla Caribe en su artículo El ajedrez de los Char para volverse un super poder del Congreso 2018, entre otros. 

Un caso que ejemplifica lo anterior es el representante a la Cámara César Lorduy.  Sin tener mayor reconocimiento en la política del Atlántico y lanzarse por primera vez logró ser elegido congresista con una maquinaria que alcanzó los 72.171 votos.

La autenticación biométrica a través de los datos de las cédulas de todos los/las colombianos/nas también se usa para las elecciones y votaciones electrónicas en Barranquilla y en municipios del Atlántico y la Costa Caribe, desde 2011. 

A finales del 2015, el año en que vía Congreso se les permitió a los bancos chequear los datos de identificación de los/las colombianos/nas a través de la Registraduría, el congresista Char se cambió el traje para ser cantante una vez más.

Cuatro años después cantó: “Amanece estoy contento muy feliz, el azul celeste reemplazó al gris, la alegría ahora es de todos”. Era La navidad tocando tu puerta, título de la canción. 

Cantó sin saber aún que el fraude descubierto en otra campaña electoral del 2018, el de la excandidata al Congreso Aida Merlano, lo iba a salpicar: tras ser condenada por fraude electoral, dicha sentencia rebotó y le abrió indagatoria a Arturo Char, por hechos relacionados. 

Entre lo incautado a la excandidata Merlano, las autoridades encontraron: “listados de personas con sus respectivos números de cédulas”. Consta en el auto: “El control ejercido por la congresista (…) se ejercía a través de un sistema electrónico de identificación del ciudadano, el cual lo relacionaba con el líder que lo había llevado a la campaña (…) junto con un código QR con el cual se garantizaba la autenticidad del talonario y las letras en blanco que suscribían los líderes por el dinero a ellos entregado para la compra de votos”. 

Lo que quizá sí calculó políticamente este clan fue la presidencia del Senado para el 2020. “Hola, ¿qué tal y cómo estás?, ¡despierta!”, dice el coro de la canción del congresista.

Esta historia continuará… Espera mañana la segunda entrega de este especial. #ConLosCharNadaEsPrivado


*Nombre original con s, pero en febrero del 2019 logró ser banco, momento en el que cambiaron la imagen y pasó a llamarse Serfinanza, con z. La empresa fue comprada por Fuad Char y sus hermanos al Grupo Santodomingo, cuyo nombre era: Compañía de Servicios Financieros de Santander S.A (Serfinansa), según datos extraídos del Certificado de la Cámara de Comercio de Barranquilla de la empresa.