Oficinas del fiscal ad hoc fueron desocupadas en allanamiento del que no quedaron actas de entrega de documentos y computadores

23 Mayo, 2019
Fiscal General encargado, Fabio Espitia.   /   Fiscal Ad hoc, Leonardo Espinosa. Fiscal General encargado, Fabio Espitia. / Fiscal Ad hoc, Leonardo Espinosa.

Por GONZALO GUILLÉN

Las oficinas en Bogotá del fiscal ad hoc, Leonardo Espinosa, fueron allanadas el viernes 17 de mayo pasado por orden verbal del Fiscal General encargado, Fabio Espitia, 24 horas después de la renuncia intempestiva e irrevocable del Fiscal General, Néstor Humberto Martínez, quien dejó el cargo agobiado por decenas de denuncias sobre los intereses personales que mantiene en los principales casos penales de la corrupción contemporánea en Colombia.

         “Sabemos que mucha documentación de máxima importancia se va a perder o ya se perdió”, indicó un funcionario de la oficina que fue desocupada y sellada cuando terminó el allanamiento. “Se llevaron todo y no se hizo ni un acta formal de entrega de nada”, aseguró la fuente.

         Las oficinas de la fiscalía ad hoc funcionaban en la Avenida de Chile.

         La Fiscalía ad hoc –una figura desconocida y sin precedentes– fue creada por la Corte Suprema de Justicia ante la cantidad de conflictos de intereses de Martínez Neira en los escándalos de corrupción del Grupo Aval y su socio Odebrecht en el pago de sobornos y otros delitos para obtener contratos multimillonarios con el Estado colombiano.

         “No hubo acta de inventario como debe ser ni constancias de nada. Se llevaron todos los expedientes y todos los computadores”, indicó otra fuente.

         Las fuentes consultadas de la oficina del fiscal ad oh explicaron que el allanamiento se produjo antes de que la Corte Suprema de Justicia declarara que el fiscal encargado dejaba de tener razón de existir con la salida abrupta de Martínez Neira, quien ahora se encuentra en Miami.

         El Fiscal ad hoc tenía solamente dos líneas de investigación penal de las siete que existen por las corruptelas de Odebrecht, el Grupo Aval y Martínez Neira como abogado de ambos.

         Las otras cinco estaban en manos del mismo Martínez Neira a través de fiscales de su confianza y ahora todas dependen del fiscal encargado Espitia, quien está en ese cargo por designación expresa de su antecesor.

         Al dejar el cargo, el ad hoc Espinosa entregó un informe reservado de gestión a la Corte Suprema en el que habría hecho serios señalamientos de corrupción contra Martínez Neira y otros.

         “Pero ese informe del doctor Espinosa no tiene ya ningún respaldo probatorio porque todas las evidencias que existía fueron sustraías en el allanamiento y sabemos que se van a perder”, indicó una de las fuentes de esa oficina.