Ni con tutela Policía protege a inspector amenazado en Bello; fue trasladado a un lugar más peligroso

25 Noviembre, 2021

Por ANÁLISIS URBANO

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Antioquia, 23 noviembre de 2021.- Juan Sebastián Montoya Cardona tiene 34 años de edad y es el titular de la Inspección Segunda de Policía del municipio de Bello, norte del Valle de Aburrá. Su vida está en peligro. Personas que no quieren que siga revelando los contratos amañados, la corrupción rampante y la venta de lotes ilegales en Bello, lo amenazaron de muerte.

Montoya Cardona es abogado titulado y pronto pasará a carrera administrativa. Bello lo desvela, es la tierra que lo vio nacer y por eso le duele lo que están haciendo con ella los delincuentes, tanto los que están al margen de la ley como los que dicen cumplirla desde la institucionalidad.

 

En los últimos años ha estado en boca de muchos porque ha denunciado la corrupción en la Alcaldía Municipal, la connivencia entre los funcionarios públicos y los criminales y la venta de lotes ilegales por parte de las bandas criminales que operan en el municipio.

En diálogo con la Agencia de Prensa Análisis Urbano, la Nueva Prensa y Antioquia Crítica relató cómo ha sido su lucha para buscar que la Unidad Nacional de Protección le asigne seguridad a él y a su familia y la forma en que la Policía Nacional le ha negado protección, a pesar de que un juez ordenó a esa Institución que le garantice todo el auxilio posible.

Foto de la Alcaldía de Bello, Cerro Quitasol.

Manifiesta que desde que se inició como inspector su labor ha sido muy difícil. “Estábamos solos, hice muchos operativos de control contra las bandas criminales que se dedican a vender lotes de forma ilegal en el municipio de Bello. Así mismo, contra la corrupción en el Municipio. Luego vinieron las amenazas contra mi integridad”, explica.

Lo primero que hizo fue solicitar a la Unidad Nacional de Protección, UNP, que le brindara seguridad. Pero eso no sucedió. Le pusieron todas las trabas posibles. “Me tocó presentar tutelas, acudir a la vía judicial y después de un largo proceso, demandas de nulidad y restablecimiento del derecho, los jueces constitucionales se dieron cuenta que realmente tenía un riesgo en mi seguridad y decidieron ordenarle a la UNP que me diera un esquema de seguridad”.

Hubo un fallo de tutela por parte del Juzgado Tercero Laboral del circuito de Medellín, que ordenó a la UNP que en las siguientes 48 horas tenía que entregar un esquema de seguridad a Juan Sebastián Montoya. Pero pasaron dos meses y la seguridad no llegaba. Casi tres meses después le fue asignada la escolta. “Hoy tengo un esquema de seguridad, sin embargo, el fallo ordenaba también a la Policía Nacional que me brindara protección. Esta es la hora que solo tengo el personal de la UNP. La Policía ha brillado por su ausencia. No tengo seguridad de la Policía, y debería tenerla”, sostiene el inspector.

Lotes ilegales en Bello

El inspector Montoya Cardona señaló que en Bello las bandas criminales se adueñan de los lotes públicos y se los venden a personas desplazadas, personas de escasos recursos, por un monto inferior, que está por debajo de lo que costaría un lote legal y con los documentos legítimos. “Yo como inspector he denunciado que la administración municipal no había hecho nada para contrarrestar este flagelo de las rentas ilegales por la venta de lotes del Estado. Hago denuncias contra varias bandas, ocho o nueve que hay en el municipio de Bello, he recibido muchas amenazas, hemos hecho demoliciones en La Camila, en París, en el sector de la obra 2000, en La Gabriela, Trapiche, en toda la parte de la autopista Medellín – Bogotá, donde estas estructuras criminales han cogido estos lotes ilegales y los han vendido o han hecho grandes desarrollos urbanos. A raíz de esto tuve amenazas, atentados y presiones indebidas por parte de la Alcaldía de Bello. En uno de estos lotes ilegales inclusive funciona un colegio que recibe recursos de la Administración Municipal, dineros que el Estado le entrega al municipio para la educación de los niños y jóvenes bellanitas. En lotes ilegales funcionan colegios del municipio”, explica Montoya.

Fotos cortesía, construcción en lotes de invasión.

Por denunciar a los corruptos y a los bandidos, el inspector fue trasladado de la inspección de Fontidueño a otras inspecciones ubicadas en sitios que son riesgosas para él, simplemente porque no accedió a quedarse callado.

La UNP se demoró para entregarle su esquema de seguridad, porque no creyó que lo necesitara. Sin embargo, un estudio adelantado por la Sijín de la Policía arrojó que en verdad existía un plan criminal de una de las estructuras de Bello para acabar con su vida. “El juez decide otorgarme la seguridad y le ordena a la UNP y a la Policía que me brinden la protección, pero la Policía no ha hecho nada. La UNP a pesar de haberle solicitado la protección, me presta la seguridad pero en acatamiento de la orden judicial. Actualmente estoy discutiendo el tema con la UNP, porque estoy solicitando seguridad para mi familia”, añade el inspector Montoya.

Volviendo al tema de los lotes, en Bello ya no quedan terrenos públicos, porque los ilegales se adueñaron de ellos, “yo he hecho denuncias públicas en medios locales, nacionales, alternativos, hemos dicho que las bandas criminales se quedaron con todos lotes públicos y la Alcaldía no hizo nada para detener este flagelo. Hoy en día Bello es una ciudad que no tiene espacio público, construyeron y vendieron a personas de escasos recursos. Es un tema muy grave. La única persona que se atreve a denunciar es Juan Sebastián Montoya y por esa razón mi vida está en peligro, en riesgo y la Alcaldía lo que hace es pedirle a la Policía que no me preste la seguridad, porque cohonestan con las bandas criminales, porque ellos son los que manejan estos lotes”, recuerda el funcionario.

Denunciar no es fácil. Y quienes se atreven a hacerlo son amenazadas y el Estado no las protege. “Dentro de las instituciones habrá manzanas podridas, en Bello hay desapariciones de personas que se atreven a denunciar. Por ejemplo, Diana Jaramillo, líder social, se atrevió a denunciar, la embolsaron, la desaparecieron del barrio La Camila, con su esposo, los dejaron cerca del peaje del Trapiche como un mensaje claro”, agrega.

Espere la segunda entrega de la entrevista

Entrevista elaborada con el apoyo de:

La Nueva Prensa

Antoquia Crítica