Mutismo del fiscal Barbosa ante corifeos que llaman al golpe de Estado

17 Enero, 2024

Por GERMÁN NAVAS TALERO Y PABLO CEBALLOS NAVAS

Editor: Francisco Cristancho R.

 Si hablamos de Colombia hay un par de cosas buenas por decir, otro tanto menos favorables y no pocas regulares, porque nuestro país es como el mar semi picado: no tiene olas para surcar a bordo de una tabla de surf, pero tampoco es calmo como para nadar en él. A veces se revuelve y advierte un tsunami para luego volver a su estado regular, aquel que los periodistas con algo de gracia han denominado “tensa calma”. Los pesimistas, sin distinción de postura o ideología, amenazan con que “ya tocamos fondo” cuando quiera que las cosas no resultan como ellos quisieran. Sobre esta última expresión, de uso frecuente desde años ha, el padre de Germán –menos escéptico que su hijo– decía que los barriles sin fondo existían. Todo lo conocido ha pasado en Colombia, sin mayores repercusiones, y de seguro vendrá lo desconocido con iguales consecuencias.

En esta, la ‘más estable’ democracia de América Latina, unos cuantos desocupados que hace años vestían uniformes de la fuerza pública y con cuyas acciones ahora deshonran su pasado, amenazan con un “juicio político” al presidente Petro que lleve a su “destitución” –con la misma opacidad con que los procesan a ellos valiéndose de un fuero que las más de las veces es inmerecido– y que, de fracasar, exigiría una “toma del palacio de Nariño y del Congreso de la República”, es decir, el cese completo y definitivo de las instituciones democráticas que dicen defender. Ante esta amenaza pública y explícita de dar un golpe al gobierno electo por voto popular y que cuenta con el mandato de presidir el Estado hasta el 7 de agosto de 2026, hay un funcionario llamado a pronunciarse que guarda un preocupante silencio, máxime cuando se trata de un hombre afanoso por hacerse escuchar: el señor fiscal general de la Nación.

Y ya que nos referimos a este individuo, es una sandez, una afrenta a su cargo y demostración de su poca finura la expresión del señor fiscal general relativa al Presidente de la República, a quien trató como semejante a Pablo Escobar. Nos contaron que Barbosa anda diciendo que se va a dar clases a Estados Unidos, ¿pero qué puede enseñar este hombre que no sea a irrespetar? Salvo que en alguna universidad de Florida estén considerando dar un curso de patanería para jóvenes, no damos crédito a su presunto nuevo trabajo.

Nos excusamos por la brevedad de esta columna, aún a miles de kilómetros de casa quisimos hacer uso de esta tribuna que generosamente nos han extendido algunos medios para pronunciarnos sobre un hecho que calificamos de la mayor gravedad, confiando en que lleve a ustedes la convicción de que no es un asunto menor y puede tornarse en fait accompli si así lo permitimos.

Adenda: señores periodistas, es dos mil veinticuatro, no “veinte veinticuatro”. Lo ha dicho la Academia de la Lengua y lo ordena la práctica común y el mínimo cuidado por la palabra.

Adenda II: Hoy circula por primera vez el periódico Vida, medio oficial de la Presidencia de la República, «con la convicción de romper con el centralismo y acercar a la población a temas que afectan su vida cotidiana». Desde aquí, invitamos a leerlo.

¡Hasta la próxima!

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