Me pronuncio sobre el artículo de la revista Cambio titulado "Daniel Mendoza y Daniel Quintero: ¿Aliados accidentales?" de Juan Pablo Vásquez, quien busca hacerse ver centrado, a sabiendas de que está descachado. Veo los hilos que amarran las letras cuando a los párrafos le meten la mano. La mentira es mentira así la engalanen con el corbatín de la imparcialidad.
La nota empieza, mal acomodando 2 frases de la tutela T242 del 2022, aquella que documenta el pronunciamiento de cierre de la Corte Constitucional sobre la acción interpuesta por Álvaro Uribe Vélez en contra mía y de la serie Matarife para terminar destilando una falsedad insostenible: Que (refiriéndose a mí) la sentencia “no fue una derrota en estricto sentido" cuando la conclusión jurídica no tiene dos caras y es evidente: Álvaro Uribe no pudo terminar más derrotado. En derecho, mordió el polvo. No le prosperó ninguna de sus 2 pretensiones, no me cansaré de repetirlo porque a la sociedad no se le puede confundir: La Corte amparó la serie que hoy continúa en el canal de YouTube sin siquiera un segundo de edición y permite su difusión en cualquier plataforma. La Corte no me pide retractarme de nada y me autoriza expresamente, después de haber analizado las más de 400 pruebas que le aporté al expediente, a decirle a Álvaro Uribe, El Matarife, lo que cualquier persona opinaría de él, teniendo en cuenta su historia de vida: Que es un genocida cruel y despiadado, un peligroso narcotraficante, un pícaro corrupto y ladrón, un paramilitar devastador y sobre quien pesan graves acusaciones por abuso sexual.
Me imagino también que el director de la revista y sus mayordomos en el Consejo de Redacción, cual oscuras dominatrices, a la verdad le pusieron una pelota en la boca para que no se dijera que la Corte frente a esas 6 frases (de las más de 7 horas que dura la serie), solo me pide que aclare que estoy obrando en virtud del derecho a la opinión. Nada más.
El esconder estos hechos señor Coronell deja en evidencia que la nota es un mandado que le está haciendo a quienes le mantienen su mansión en Miami. Este artículo es una venia que usted le hace al grupo GEA, que viene siendo el que también le paga el almuerzo al periodista que instrumentalizaron para sentar frente al computador.
Pero hay más. El artículo en su afán de ensombrecer plantea dudas que con un par de derechos de petición hubieran sido resueltas. Eso es ser negligente a conveniencia, para así honrar la agenda del poderoso.
Entonces aclaro:
Si le radican un derecho de petición al alcalde Quintero, éste les va a responder que yo no tengo ningún contrato con la alcaldía. Ni tampoco mis familiares, ni tengo socios siquiera, ni ninguna empresa que pueda contratar con una entidad pública.
MATARIFE se seguirá haciendo con las uñas. Con el trabajo de colabores desinteresados. Con donaciones de los amigos de la serie. Con mis guiones, mi dirección y mi esfuerzo. Pero sobre todo la temporada 4 de la serie Matarife se hará con la energía celestial de todos aquellos que buscan la libertad a través de la verdad.
Finalmente, si la revista Cambio hubiera enviado otro derecho de petición a la UNP, ellos le hubieran respondido que mis 2 escoltas viajaron conmigo a Medellín y que mi vehículo blindado asignado se quedó en Bogotá. También que fue la misma UNP la que me pidió hablar con las autoridades de la ciudad para que colaboraran con mi protección. Y ahí abajo tiene el mail.
Es decir, el alcalde Daniel Quintero, además de obedecer una orden Constitucional y los tratados internacionales que lo conminan a proteger la vida de un periodista en riesgo inminente, estaba obligado a hacerlo pues los agentes del Estado deben velar por mi vida, como velan por la suya señor Coronell. Usted también tiene esquema.
¿Pregúntense de paso si algún francés dijo algo cuando la embajada de Francia en el 2020 me protegió y me sacó del país?
Aquí en Colombia...en CAMBIO, al alcalde Daniel Quintero la Mafia política narca y paraca sí se le vino encima por disponer de una camioneta para que no me mataran.
Finalizo, señor Coronell, dejando atrás esta cadena fáctica sustentada en hechos reales, para brindarle una conclusión que no por ser subjetiva es menos certera: Si hubiera sido Fico el alcalde, él, como el engranaje que es dentro del sistema criminal del conglomerado empresarial que a usted lo alimenta, no solo no me hubiera protegido, sino que hubiera puesto a trabajar a sus sicarios de la Oficina de Envigado, los mismos que hace 2 años me llevaron al exilio. Si eso hubiera pasado todo estaría resuelto y usted no hubiera tenido que mandar a hacer aquel artículo venenoso del que hoy me tengo que defender.