Caterina Heyck Puyana, magistrada de la de la sección de revisión de la Justicia Especial para la Paz, JEP, renunció a la Comisión de Seguimiento de la que hace parte, ante el evidente entrampamiento a la paz con las FARC que tejió el ex fiscal Néstor Humberto Martínez.

Como lo informó una investigación de La Nueva Prensa, la agencia antidrogas estadounidense DEA certificó ante un juez en Nueva York que no tuvo que ver con las trampas que Martínez Neira ideó para destruir los acuerdos de paz de La Habana, lo que algunos juristas estiman como crimen de lesa humanidad y traición a la patria.

En la justicia interna de Estados Unidos, por otro lado, es delito usar abusiva y falsamente el nombre de agencias federales con fines ilícitos. 

Uno de los puntos expuestos por la magistrada para explicar su renuncia, dice:

"(...) en cuanto a la manifestación del abogado Sampedro, en el sentido de cuestionar el llamado “entrampamiento a la paz”, que calificó de “eufemismo”, para en su lugar indicar que lo sucedido realmente fue una “zancadilla a la justicia”, encuentro que hace eco de las afirmaciones calumniosas e injuriosas del exfiscal Néstor Humberto Martínez quien, en su libro “Las dos caras de la paz”, también lleno de equívocos y yerros, indicó que nuestra labor judicial era apenas notarial, que la JEP se había “salido con la suya” y que la decisión era una “humillación de la justicia”. 

En mi criterio, el capítulo judicial e histórico de la garantía de no extradición del señor Hernández Solarte (Jesús Santrich), en el que quienes la decidimos tuvimos que afrontar todo tipo de dificultades, desde la prohibición para practicar pruebas, hasta la más desleal manipulación mediática y campaña de desinformación de la Fiscalía, es uno de los más oscuros episodios de la guerra contra la paz en Colombia. 

Como testigo directo del caso, doy cuenta de las siguientes irregularidades y dejo personal constancia de ellas: 

1. No hubo cooperación de la Fiscalía General de la Nación que nunca envió pruebas pertinentes, conducentes y útiles. 

2. Se evidenció que hubo actuación de agentes encubiertos de la DEA, cuya identidad y acreditación se desconocen, sin la correspondiente autorización legal, violando con esto la ley y la soberanía nacional. 

3. Hubo toda una campaña para evitar que la Sección de Revisión practicara pruebas, la cual incluyó una prohibición en la ley de procedimiento, norma que luego fue declarada inexequible por la Corte Constitucional. 

4. La Fiscalía manipuló la opinión pública a través de una campaña de desinformación. El exfiscal Martínez nunca le remitió a la Sección de Revisión el vídeo de Santrich sin audio que circulaba en medios y estaba en poder de esa entidad. En su libro, reconoció que le fue entregado por los Estados Unidos, editado, modificado y sin audio, supuestamente para no afectar el proceso judicial de ese país. En la sesión de control político del Congreso, se mostró con prueba técnica que el vídeo que sorpresivamente apareció en medios el mismo día de la decisión de la garantía de no extradición, estaba cortado, alterado y manipulado. 

5. No se explica cómo el exfiscal general de la Nación, a escasos minutos del anuncio de la decisión de la garantía, ya tenía redactada su renuncia que informó al país, sin supuestamente saber que ésta sólo podía ser efectiva con la aceptación por parte de la Corte Suprema de Justicia. 

6. Contrario al supuesto desconocimiento de la decisión, el periodista Ernesto Yamhure, cercano a Martínez Neira, cuatro días antes de haberse adoptado, ya conocía su sentido y quiénes serían los magistrados que firmarían sin salvamento de voto. Esto se evidencia en los mensajes y audio de WhatsApp que remitió a mi teléfono el sábado 11 de mayo de 2019, en los que amenazaba con el supuesto retiro de la visa americana. 

7. No se explica el papel del señor Marlon Marín, su relación con la Fiscalía y con los Estados Unidos. Resulta inaudito que el exfiscal Martínez Neira en su libro justifique que no haya sido requerido en extradición por narcotráfico en el hecho de que el hombre sufría de “claustrofobia”, por lo que acordó su salida inmediata con las autoridades de este país. En otras palabras, Marlon Marín, a pesar de estar incluido en el indictment junto con Gómez España, Fabio Younes y Santrich, al final no fue pedido en extradición porque según Martínez, sufría de “claustrofobia” y viajó a Estados Unidos como testigo protegido. 

8. También es inaudito que un exfiscal general presente como información de conocimiento propio de los hechos, las declaraciones de Marlon Marín, quien tenía la condición de procesado por la Fiscalía. 

9. Se desconoce a qué conclusiones llegó la Fiscalía sobre la denuncia del senador Iván Cepeda sobre la trampa que se había fraguado a su esposa, funcionaria de la UIA, y su evidente coincidencia fallida con las circunstancias del caso Bermeo. 

10. El extravío de la carta rogatoria fue uno de los tantos hechos oscuros que acontecieron durante el trámite de la garantía. Para el fiscal del caso y el apoderado de la JEP, el extravío fue obra del exfiscal Bermeo. Para el agente del Ministerio Público no. De todas maneras, resulta curioso el relato del exfiscal Martínez Neira en su libro, donde comenta que justamente gracias a una reunión con el attorney general de los Estados Unidos el 30 de enero de 2019, la cual, como un gran “gesto de confianza”, la Casa Blanca autorizó que fuera en su residencia, al otro día se descubrió que la carta había sido enviada por 472 y estaba perdida. (...)"

La carta de la magistrada Caterina Heyck Puyana es la siguiente:

Magistrada de la JEP renuncia a Comisión de Seguimiento debido a los entrampamientos de Martínez Neira a lo... by LaNuevaPrensa on Scribd