Maestra del gambito de dama: la húngara Judit Polgár

16 Diciembre, 2020

Por DW

bbc

La serie de Netflix "Gambito de dama" es un éxito mundial. La historia de Beth Harmon es ficción; pero la húngara Judit Polgár fue realmente un prodigio.

Quien guste del gran show, seguramente no será fanático del ajedrez. El último campeonato mundial se celebró en un antiguo colegio de arte de Londres. El anterior a ese, en un renovado mercado de pescado de Nueva York. Durante décadas, el ajedrez fue considerado un deporte marginal para los nerds, había desaparecido en gran medida de los medios de comunicación y la cultura.

Pero eso parece estar cambiando ahora. La serie de Netflix "Gambito de dama" (el título se refiere a una apertura de ajedrez que se juega frecuentemente) está actualmente rompiendo todos los récords del servicio de streaming. La historia de la joven huérfana estadounidense Beth Harmon (Anya Taylor-Joy), que pone de cabeza el mundo del ajedrez dominado por los hombres, conmueve a millones de espectadores.

Desde hace semanas el mundo experimenta un verdadero boom del ajedrez. Sin embargo, el ascenso maravilloso de Beth Harmon no es más que ficción, escrita por el autor estadounidense Walter Tevis, en cuya novela homónima de 1983 se basa la serie. La realidad parece ser otra: solo una mujer se encuentra actualmente entre las 100 mejores en el ranking mundial de ajedrez. Ninguna mujer consiguió hasta ahora ganar el campeonato mundial.

Pero sí existen los prodigios femeninos del ajedrez, que ponen a los hombres en el tablero en su lugar. Pero solo una llegó casi a la cima: la húngara Judit Polgár. A los once años venció por primera vez a un Gran Maestro de ajedrez, y a los 15 ella misma ganó ese título. Más tarde se abrió camino hasta el octavo lugar en el ranking mundial.

Hasta el día de hoy sigue siendo la jugadora de ajedrez más exitosa de todos los tiempos. En 2014 Polgár se retiró del mundo de los torneos. Hoy en día, esta mujer de 44 años juega al ajedrez solo en raras ocasiones, pero el tablero blanco y negro sigue determinando su vida: entrena a la selección masculina húngara, da clases, comenta los principales torneos y ha desarrollado su propio programa de ajedrez para estudiantes.

Sexismo es apenas un tema en "Gambito de dama”

"Mientras veía la serie tuve algunos momentos de déjà-vu", dice Judit Polgár en entrevista con DW. El lenguaje corporal, los movimientos, incluso las jugadas son muy realistas en "Gambito de dama". Sin embargo, Polgár cree que la serie no se centra lo suficiente en los lados oscuros de ser una mujer en el mundo del ajedrez.

Judit Polgár jugando en Suiza contra 50 oponentes al mismo tiempo (1989)

Judit Polgár jugando en Suiza contra 50 oponentes al mismo tiempo (1989)

De hecho, los hombres siempre tratan a la prometedora Beth Harmon con respeto y reconocimiento, sin ningún comentario sexista. "La verdad es que es mucho más difícil para las mujeres destacarse en este mundo", dice Polgár.

Sus oponentes masculinos a menudo no podían admitir haber perdido contra una mujer. Escuchó una y otra vez frases como "eres muy bueno para una chica" y excusas como "tuve un mal día". Algunos oponentes incluso habrían dejado el tablero después de una derrota sin darle la mano, como es habitual en el ajedrez.

Hasta el día de hoy, especialmente los profesionales del ajedrez masculino están convencidos de que las mujeres simplemente no pueden seguir el ritmo de los hombres. En los años 70, el prodigio del ajedrez estadounidense Bobby Fischer pensaba que las mujeres eran demasiado "débiles" y "estúpidas" para el ajedrez. Y el veterano campeón mundial de ajedrez ruso Garri Kasparov dijo en 1989: "El ajedrez no es cosa de mujeres [...] las mujeres son luchadoras más débiles".

Kasparov, que participó en la producción de "Gambito de dama" como asesor técnico, se ha retractado desde entonces de su declaración. Sin embargo, tales opiniones siguen siendo todavía muy extendidas en el mundo del ajedrez. Judit Polgár cree que son tonterías. "Yo lo hice, ¿por qué no lo harían otras mujeres?", pregunta. Cree que la desigualdad de género se debe principalmente al hecho de que las niñas a una edad temprana se les anima y fomenta menos que a los chicos.

Judit Polgar | ehemalige Schachgroßmeisterin

Judir Polgár en 1991. El padre entrenó a sus hijas en ajedrez.

Las hermanas Polgár: un "experimento" exitoso

El caso de las hermanas Polgár fue completamente contrario. Judit y sus hermanas mayores Zsuzsa y Zsófia fueron fomentadas intensamente por su padre desde la infancia. László Polgár estaba convencido de que su método podía hacer de cada niño un niño prodigio. Enseñó a sus hijas en casa y rechazó el sistema escolar público.

Las tres chicas aprendieron ajedrez con especial detalle. Su padre creía que el ajedrez era la mejor manera de medir la inteligencia. Para Judit y sus hermanas esto significaba siete horas de ajedrez al día. Tenían pocos amigos. Pero eso nunca fue un problema para ellas, dice Polgár. Sus hermanas y uno o dos niños que sabían jugar al ajedrez fueron sus únicos "verdaderos amigos", según Polgár.

Esta partida en 2001 entre Judit Polgár y Garri Kasparov terminó en tablas

Esta partida en 2001 entre Judit Polgár y Garri Kasparov terminó en tablas

Lo que su padre llama "experimento" y ella prefiere llamar "estilo de vida especial" tuvo éxito en cualquier caso: no solo Judit sino también sus hermanas se convirtieron en jugadoras de ajedrez de éxito internacional.

"Solo pude llegar a donde llegué porque mis padres tenían grandes expectativas y me animaron sin importar mi sexo", dice hoy Judit Polgár. De todos modos, no quiere continuar el "experimento" con sus propios hijos. Ellos van a una escuela internacional en Budapest.

El ajedrez como parte del plan de estudios de la escuela primaria

Pero está convencida de que el ajedrez juega un papel importante en la educación de los niños. En los últimos cinco años, Polgár ha elaborado dos libros de enseñanza y un programa de capacitación para niños de edad preescolar y primaria. A través del ajedrez deben aprender habilidades "para la vida": creatividad, pensamiento lógico, responsabilidad, pero también matemáticas o lectura. "Por supuesto que no hacemos ninguna distinción entre niños y niñas", asegura Polgár.

Su programa ha demostrado su valor. Ahora forma parte del plan de estudios nacional de las escuelas primarias húngaras. En 2024 la Olimpiada de Ajedrez tendrá lugar en su ciudad natal de Budapest. Un joven talento ya ha puesto sus ojos en el torneo: la joven húngara Kata Karácsonyi. En la lista de clasificación mundial de menores de 14 años, ella está en el primer lugar.

Sin embargo, tras el éxito mundial de la miniserie "Gambito de dama" en Netflix, no se puede descartar que más talentos femeninos pronto irrumpan en las listas de los mejores jugadores de ajedrez.

(gg/er)