Los Caparros siguen operando en el Bajo Cauca y sur de Córdoba al mando de alias Samuel. ¿Desmantelados?

02 Junio, 2021

Por ANÁLISIS URBANO

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Antioquia, 2 junio de 2021.- El martes 1 de junio de 2021, Diego Molano, ministro de Defensa de Colombia anunciaba “el fin” de Los Caparros. “Hoy podemos asegurarle a Colombia que Los Caparros llegó a su fin”, declaró el funcionario.

A primera vista, el anuncio debería causar alegría en un país invadido de estructuras del crimen urbano, crimen urbano-rural y del crimen transnacional con rostro mexicano, brasileño, venezolano, entre otros.

Obviamente para los habitantes del Bajo Cauca antioqueño y el sur de Córdoba la noticia debió llenarlos de una profunda emoción ya que en sus territorios se ha desarrollado la guerra que esta estructura paramafiosa y Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) —denominados por el Gobierno nacional como el Clan del Golfo— han desatado.

El anuncio gubernamental realizado por el ministro —quien logró salvarse de la moción de censura en el Congreso de la República— se afianza en los recientes operativos que han dejado muertos, capturados y decomisos, pero principalmente se basa en la muerte en un operativo de Robinson Gil Tapias, alias Flechas, considerado el máximo jefe de esta organización armada. El ahora occiso relevó en la jefatura a alias Caín quien también fue dado de baja por el Ejército Nacional.

Lamentablemente, el desmantelamiento de Los Caparros o Bloque Virgilio Peralta Arenas (BVPA) no es real, la estructura se mantiene intacta y totalmente reorganizada en lo territorial —abarca los seis municipios del Bajo Cauca y unos tres municipios del departamento de Córdoba—.

Conocer la historia de Los Caparros permite entender por qué no es fácil desmantelarlos

El surgimiento de la estructura criminal se ubica poco tiempo después de la desmovilización parcial de la confederación paramilitar conocida como las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Inicialmente, Los Caparrapos fueron conocidos como Los Chepes, estaba integrado por exmiembros del Bloque Central Bolívar (BCB), Bloque Mineros (BM) y Bloque Norte (BN), además de algunas personas que eran jefes en la ilegalidad llegadas de Caparrapí, por eso la denominación posterior de Caparrapos.

Se debe recordar que el extraditado jefe paramilitar Ramiro Vanoy Murillo, alias Cuco Vanoy, quien fuera el encargado del Bloque Mineros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), es natural de Caparrapí, Cundinamarca, muchos de sus hombres llegaron de allí.

De los fundadores del embrión conocido como Los Chepes, de donde habrían surgido Los Caparrapos, se sabe poco, sin embargo, hay indicios de que alias Jota Jota o 22, alias Queso, alias Monoteto o 28, alias Chepe —extraditado—, alias Seis-Siete, entre otros, lo construyeron..

Sería el principal fundador Rafael Álvarez Pineda, alias Chepe, quien era considerado en el 2013 como responsable de una poderosa estructura criminal compuesta por más de 1.000 integrantes que, extrañamente, la institucionalidad no divulgó su sigla y que operaba en Caucasia, Cáceres, Tarazá, en Antioquia, y Uré y La Apartada en el sur de Córdoba. Ellos, Los Chepes, estaban enfrentados militarmente a Los Rastrojos del Bajo Cauca cuyo jefe era Ángel de Jesús Pacheco Chancy, alias Sebastián o el Carnicero, asesinado por sus propios secuaces por haber vendido el control del grupo a las AGC, presuntamente por 10 mil millones de pesos.

 

Después de la captura de alias Chepe, su sucesor sería Fabio Mendoza Sánchez, conocido con el alias de Darío, capturado el 27 de julio de 2015 en Cúcuta; su reemplazo, al parecer, fue Aroldo Sacristán Mahecha, conocido con el alias de León, capturado el 30 de octubre de 2015. El relevo de ellos fue José Horacio Osorio Bello, alias Seis-Siete, capturado el 4 de marzo de 2017 en la comuna 7, Robledo en Medellín; es considerado uno de lo que expandieron el poder criminal de Los Caparrapos.

Seis-Siete es oriundo de la misma zona de alias Cuco Vanoy, su padrino en las AUC, nació en Yacopí que queda a 38 kilómetros de Caparrapí, en Cundinamarca.

Una de las zonas más apetecidas y visitadas por este jefe de Los Caparrapos eran los corregimientos de Piamonte y Guarumo. Piamonte, a donde se llega solamente por ferri, es un sitio privilegiado, allí se han dado cita durante muchos años narcotraficantes, comerciantes, empresarios, ganaderos y mineros para pagar las vacunas —extorsiones—; o también donde se llevan a ejecutar los enemigos de esa organización, lo claro es que nadie los vuelve a ver.

También se habla de que una casa de pique y tortura ha funcionado en Guarumo y que ha sido el centro de la logística y el entrenamiento militar de Los Caparros.

Seis-Siete fue protagonista de la guerra que se vivió en enero de 2017 en los municipios de Tarazá, Cáceres y Caucasia, se habría desatado por la alianza de este con Los Paisas para disputarle el poder a las AGC.

Después de la caída de alias Seis-Siete, quien asume el control militar es alias Caín o Pilatos, además en la jefatura ya aparecían alias Ratón, alias Antonio, alias La Paisa, alias Flechas, alias Chatarra.

En el año 2018 se rumoró que Caín estaba muerto, posteriormente se supo que divulgó la noticia para bajar presión ante el acoso que vivía por parte de sus enemigos, principalmente de Las AGC.

El 16 de noviembre de 2020, Pilatos fue dado de baja en una operación realizada por la campaña militar y policial Agamenón II. Ocurrió en límites de Cáceres y Tarazá, en la zona rural entre Puerto Bélgica y La Caucana.

A esta organización criminal se le relaciona directamente con los asesinatos de varios líderes sociales como Sergio Guerra, Óscar Reales y Dorance Herrera, y del periodista Carlos Cervantes, además de estar comprometida en desapariciones forzadas y asesinatos selectivos.

En agosto del año 2016, la persona que dio a conocer públicamente la existencia de Los Caparrapos fue la excongresista Rocío Arias en una entrevista. En la actualidad su hija Surany Arboleda Arias, con el aval del Partido Liberal, es la única mujer candidata a la Alcaldía de Caucasia, en las elecciones atípicas que se realizarán el 6 de junio de este año.

Inmediatamente la institucionalidad negó la existencia de Los Caparrapos, dos años después el entonces gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, reconocía la presencia de este grupo armado en el Bajo Cauca, a regañadientes Policía y Ejército aceptaban la verdad después de haber ocultado que este grupo sí estaba activo.

Otro hecho notorio también lo anunció Roció Arias en esa entrevista, afirmaba tajantemente que se iba a desatar la guerra entre paramilitares por el control del Bajo Cauca y que está sería entre Los Caparrapos y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, de nada sirvió alertar a las autoridades, ellas permitieron que se desatara y a la fecha siguen los asesinatos, las masacres y los desplazamientos forzados. Hasta el momento nadie ha respondido judicial o políticamente por permitir el baño de sangre.

Los Caparrapos estarían asociados a políticos, empresarios, fuerza pública, comerciantes y exalcaldes de la subregión.

 Uno de los ejemplos más palpables de connivencia entre miembros de la fuerza pública y Los Caparros ocurrió en el año 2019, Caí, Flechas, Chatarra fueron protegidos y escoltados en el Guaimaro.

Alias Samuel o Rango es el nuevo jefe. ¿Como están Los Caparros en la actualidad?

Se sabe que su número va de 2.000 a 3.000 miembros entre los directos y los indirectos que conforman la estructura.

 

Después de la muerte alias Flechas, asume aliasSamuel,;también están en la línea de mando los alias Mario, Amarillo, Fredy Caparrapo, Juan Pablo o JP, Cara de Niña, Mono Balín y Moncho.

Fuentes confirman que los anteriormente nombrados son jefes visibles de Los Caparros, muchos de ellos comandantes militares o de zona, con una trayectoria de cinco a quince años en la ilegalidad.

Lo anterior sin contar con el armamento y la logística que poseen.

Carteles mexicanos ya estarían terminando la negociación para asumir parte del control de Los Caparros

Fuentes fidedignas confirman que en la actualidad Los Caparros han tenido que hacer alianzas, pactos e incluso ceder parte del poder a otros para fortalecerse y consolidar su dominio; es así como han podido sostener una guerra de más de tres años contra las AGC.

Hay serios indicios de que alguno de los carteles mexicanos ya habría entrado directamente a fortalecer el poder militar, logístico y económico de la estructura armada; igualmente, tendrían un pacto de no agresión con las disidencias de las FARC.

Hoy, al mediodía, Análisis Urbano conoció un comunicado de Los Caparros que empezó a circular en el Bajo Cauca y en el que informan que seguirán en la lucha a pesar de la muerte de sus jefes.

Finalmente, una estructura armada como Los Caparros, que lleva operando más de 13 años, que cuenta con más de 1.500 miembros entre armados y apoyos; que mueve importantes cifras de dinero, y se encuentran ubicados en grandes extensiones de territorios urbanos y rurales del Bajo Cauca antioqueño y el sur de Córdoba e incluso que ya han incursionado en el nordeste antioqueño no podría desaparecer de un plumazo pese a capturas, muertes o decomisos.