La Serranía del Abibe y el Nudo del Paramillo: la república independiente de las AGC

09 Septiembre, 2021
Imagen de miembros de las AGC, tomada del Canal de YouTube de Análisis Urbano. Imagen de miembros de las AGC, tomada del Canal de YouTube de Análisis Urbano.

Por ANÁLISIS URBANO

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Informe especial elaborado con el apoyo de:

 

 

 

Antioquia, 9 septiembre de 2021.- Lo que no lograron las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) de Carlos Castaño en los años 90, fue logrado de un solo golpe, sin disparar ni una sola bala y sin mayor esfuerzo por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC): Tomarse la Serranía del Abibe, los corredores entre el departamento de Córdoba y Urabá y comandar desde El Parque Natural Nudo del Paramillo.

La disputa por ese territorio llegó a su fin tras la firma del Acuerdo de Paz el 24 de noviembre de 2016 entre el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Farc-EP, cuando salieron de la zona un centenar de guerrilleros de los frentes 5º y 58º, quienes dejaron con nostalgia aquella selva de la Serranía que servía de refugio.  Ahora el objetivo era marchar en los difíciles caminos de la paz, no sin antes advertir el abandono de un territorio que quedaba a merced de un fatídico destino. En ese mismo instante la comunidad profetisa el regreso de una nueva ola de violencia, porque sus tierras hacen parte de esa región estratégica para la guerra.

Las AGC tienen su origen en los integrantes de las AUC, Bloque Elmer Cárdenas, que no quisieron someterse al proceso de desmovilización acordado con el Gobierno Nacional y los paramilitares entre el 2003 y el 2006, con la famosa Ley de Justicia y Paz o Ley 975 de 2005 promovida por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez y aprobada por el Congreso. Muchos de sus integrantes son mandos medios y con bastante experiencia en la guerra, de ahí la capacidad militar y política para mantenerse en zonas donde las AUC fueron fuertes.

Se libra una guerra por tomar el control del Nudo de Paramillo, foto de Tavo Radio en Contagio Radio.

Antes de las AGC

En el siguiente mapa podrán observar cómo era el control paramilitar de las AUC en el territorio. Bloque Elmer Cárdenas

Ahora con las AGC

Las AGC está conformada por los siguientes frentes:
1. Frente Carlos Vásquez
2. Frente Gabriel Poveda Ramos

3. Estructura Occidente Antioqueño (por fuera de Urabá).
4. Frente Efrén Vargas Gutiérrez
5. Frente Turbo
6. Frente Roberto Vargas Gutiérrez

Los dos mapas encajan el uno al otro y aunque hubo una desmovilización paramilitar en el gobierno del expresidente Álvaro Uribe el territorio continúa siendo una zona estratégica para la guerra dominada por los paramilitares. La pregunta es ¿por qué no se controló la zona que supuestamente dejaban los paracos? ¿Por qué sigue siento un territorio paramilitar? ¿Por qué no escucharon las denuncias de la comunidad?

La respuesta es simple, había un gobierno que solo le apostaba a la guerra contra las guerrillas, olvidando que los paramilitares también delinquían, asesinaban, desplazaban y usaban diferentes tipos de violencia para ejercer el control en un territorio.

El Parque Natural Nudo de Paramillo PNNP

Imagen del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

El PNNP está ubicado en las estribaciones del Alto Sinú, San Jorge y la Cordillera Occidental. Es un límite entre los departamentos de Córdoba y Antioquia. Durante décadas ha servido de conexión entre el Bajo Cauca, el norte de Antioquia, los puertos de Urabá, el departamento de Chocó, la Costa Caribe y Panamá, con cerca de 460.000 hectáreas de extensión. Allí, también nace la Serranía de Abibe y la Serranía de San Jerónimo y Ayapel, sobre las cuencas del Sinú y el San Jorge,

A esta zona llegaron comunidades campesinas de casi todo el país, principalmente del Occidente, Norte, Bajo Cauca, Suroeste y la región de la Costa Atlántica. Todas estas personas tenían algo en común, salían de sus zonas huyendo de la violencia bipartidista de los años 50 para colonizar en las lejanías nuevos territorios.

En los años 60 llegó la guerrilla del Ejército Popular de Liberación (EPL). A principios de los 70 llegan las guerrillas de las Farc y desde finales de los 80 se instalan grupos paramilitares hasta su posterior desmovilización la cual se dio entre 2003-2006.

Los grupos paramilitares fueron expresiones principalmente de los intereses de los terratenientes, quienes luego pasaron al plano de una estrategia del Estado colombiano contra la insurgencia.

Así lucían los integrantes de las Farc en el año 1995

Fuente: Periódico El Tiempo, Noviembre 23 de 1995.

Todos estos grupos generaron asesinatos, masacres, desplazamientos y un sinfín de violencias hacía la comunidad, pero es necesario establecer que principalmente, los paramilitares fueron los que despojaron de las mejores tierras a una gran cantidad de campesinos que no tuvieron la oportunidad de quedarse en su territorio.

La Serranía de Abibe

La Serranía Abibe está ubicada entre el Valle del Sinú́ (Córdoba) y el Urabá. Es la mayor fuente hídrica de los municipios de Turbo, Apartadó, Carepa, Chigorodó, Mutatá, y Dabeiba. Esta zona continúa siendo un corredor para todos los grupos armados ilegales y facilita llegar a Dabeiba, Peque, Ituango o hacia la Represa de Urrá y las diferentes veredas de Tierralta. Todas son zonas de fuerte control y vigilancia de las AGC.

La Serranía de Abibe, foto de Flickr.

Masacres en Urabá 1980-2002

En el Observatorio de Restitución y Regulación de Derechos de Propiedad Agraria, reposa el registro de 144 masacres en Antioquia entre los años 1980 y 2002. El informe detalla que 72 fueron cometidas por grupos paramilitares, 42 por la guerrilla, 23 sin identificar, 6 ejército, 1 por milicianos. Los municipios afectados por estas masacres fueron: 49 masacres en Turbo, 39 en Apartadó, 17 en Mutatá, 12 en Chigorodó, 10 en Necoclí, 7 en San pedro de Urabá, 4 en Murindó, 3 en Arboletes y 2 en Vigía del Fuerte.

Nuevas nóminas paralelas de la impunidad

En octubre del 2014 fue capturado en zona rural de Urabá por un comando élite de la Fuerza Pública, el tercero al mando de las AGC. Se trataba de César Daniel Anaya Martínez, más conocido como alias “Tierra”. Con él, fueron confiscadas dos agendas de contabilidad.

Alias “Tierra”, habría sido un paramilitar muy cercano a Salvatore Mancuso, participó en la desmovilización en el 2005, luego siguió delinquiendo bajo el mando de alias “Otoniel”.

Dentro de las agendas que encontraron, se pudo evidenciar que había  cobro de extorsiones a ganaderos, agricultores y comerciantes, ingresos de la venta de coca, pero, además, la nómina pagada de más de 12 mil millones de pesos durante 4 meses a 250 miembros de la fuerza pública e integrantes de otras entidades del Estado que colaboran con las AGC. Las investigaciones contra estas personas nunca han avanzado y los peligrosos secretos de las fuertes alianzas entre la criminalidad y el Estado pasan de gaveta en gaveta a la basura. ¿Por qué nunca han avanzado esas investigaciones? ¿A quién le interesa que no avancen? ¿Hasta dónde la Fuerza Pública está implicada con las AGC?

Estas son solo algunas preguntas que nos asaltan.

Las Alertas de la Iglesia

La Iglesia Peregrina en Córdoba y Urabá, en cabeza de Monseñor Hugo Alberto Torres Marín, obispo de Apartadó, alzaron su voz para manifestar preocupación ante la situación de orden público en la región de Urabá.

Desde la firma de los Acuerdos de Paz, han sido asesinados 12 líderes sociales entre los que se encuentran reclamantes de tierras, líderes pnis, campesinos de las JAC e indígenas.

Los homicidios de tantos líderes sociales, el aumento del paramilitarismo a zonas que dejan las Farc, el silenciamiento de líderes reclamantes de tierras, el control armado de grupos organizados y el incremento de pandillas juveniles, son apenas algunas de las preocupaciones de la Iglesia en su llamado del 3 de febrero del 2017. La finalidad de esa alerta termina en los oídos sordos del Estado.

 Avance territorial de las AGC

Las AGC siempre han estado fortalecidas en las zonas urbanas de Urabá, lo que se conoce es que, desde septiembre del 2016, y a pocos meses de firmarse el acuerdo de paz, decidieron adentrarse más a las zonas que comandaron las Farc durante más de 40 años. Corredores desde Córdoba hacia San José de Apartadó por las veredas La Resbalosa, Las Flores, Zabaleta, desde Nuevo Antioquia hacia Playa Larga y La Esperanza, Miramar y las veredas de Carepa (Alto Bonito, Belencito, La Cristalina, El Cerro con destino a Saiza y Río Verde). Desde Chigorodó hacia la vereda Polines, Remigio y la zona colindante con la Serranía. Igual se registra en Mutatá hacia Córdoba y el Nudo del Paramillo. Para los campesinos ya es costumbre ver grandes ejércitos usando armas largas y peligrosos arsenales de las AGC, también es normal observar a estos paramilitares transitando por sus territorios sin incomodar a las autoridades. Por lo menos la Comunidad de Paz de San José de Apartadó logra denunciar esa presencia en su momento. Durante una llamada telefónica las AGC anuncian la toma del área rural de Apartadó: “Las zonas van a quedar despejadas, ustedes creen que son los únicos grupos armados que hay aquí, vendrán bandas criminales de pronto no tendrán la misma solidaridad que tenemos nosotros”.

El 7 de julio de 2017 varias paredes del corregimiento de San José de Apartadó fueron pintadas con mensajes alusivos a las AGC, parece ser un parte de victoria por su avance a zonas donde ya no están las Farc
Según el testimonio de algunos de nuestros contactos en la zona, esos grafitis generaron miedo y zozobra a la población que ha vivido de cerca la violencia, luego empezaron las extorciones de las AGC. Estos campesinos saben que con la llegada de las AGC pueden ocurrir nuevas masacres y desplazamientos. Algunos de estos homicidios son cometidos cerca de las bases militares.

El mensaje era muy evidente, ya se habían tomado la retaguardia donde hubo presencia de guerrilla de las Farc, ahora sería una zona comandada por las AGC, por lo menos así dicen todas las paredes en gran parte de Urabá, y es claro que, a ninguna autoridad, ya sea municipal o policial, les molesta observar por todas partes ese lenguaje simbólico en este territorio.

Estrategias de cooptación

Los llamados Puntos (hombres de civil con funciones de vigilancia e inteligencia) desempeñan funciones de control social, pero el plan de cooptación es muy amplio. Para motivar a la comunidad y ganarse a la población, las AGC reconstruyeron, por ejemplo, un caserío con cerca de 50 viviendas de campesinos en la vereda Rodoxali, de Apartadó.

Además de eso, en épocas especiales, realizan la celebración de días importantes (por ejemplo, el día de la madre) con regalos, fiestas, licor, comida. Todo eso financiado con el dinero ilegal de los paramilitares. Recientemente está en construcción caminos y carreteras para mejorar las condiciones de comunicación de los campesinos. Cabe recordar que estas mismas personas que pertenecen a las AGC son los encargados de extorsionar por cada gallina, vaca, hectárea, por la venta o compra de las propiedades, al que tiene una tienda, al comercio, a todo el que se atraviese se le extorsiona sin ninguna contemplación. 

Una de las carreteras que más ha causado curiosidad, es la que pasa por todo el Frente de la Finca Marina, propiedad según testigos de la zona sería de Alias “Otoniel”, y va desde el corregimiento Nueva Antioquia hasta algunas veredas de San José.

Campo de entrenamiento

El poder de las AGC en esta zona es total. Según nuestras fuentes “las AGC siguen reclutando menores de edad en toda parte, es triste ver cómo niños de hasta 13 años y jóvenes de 25 pasan por la finca La Marina de “Otoniel” y los llevan hasta otra finca en la vereda Playa Larga”

Esta información es similar a la expuesta por la Alerta Temprana 051/20 de la Defensoría del Pueblo, cuando indicaron en abril de 2020 que varios jóvenes eran llevados hacia un centro de entrenamiento militar de las AGC en esa misma vereda.

¿Por qué la Fuerza Pública no combate a las AGC en la Serranía del Abibe?

Con el regreso de las AGC vuelven las acciones de guerra que ponen en riesgo a la población. El 15 de enero de 2020 fue hallada por campesinos una Mina Antipersonal en el camino real que conduce desde San José hacia la vereda Arenas Altas.

La Serranía ofrece puntos de comunicación hacia los puertos de Turbo y Necoclí. Uno de los intereses más inmediatos es la importante posición geográfica de esta zona. La conexión de este corredor permite la exportación de drogas ilícitas y la importación de armas, por eso, al controlar el territorio tienen toda la facultad de hacerlo con mayor facilidad.

La Brigada XVII, con sede en Carepa, que tuvo alianzas con las AUC y la ACCU durante la comandancia de Rito Alejo del Río, es la misma que ahora se encarga de hacer presencia en esta zona, sin embargo, fuentes consultadas por Análisis Urbano mencionan que desde hace muchos años esta brigada podría estar nuevamente implicada en relaciones estrechas con estos grupos armados ilegales que hace presencia en el territorio. Este dato coincide con lo incautado en los documentos financieros de las AGC al momento de la captura de Alias “Tierra”, las investigaciones son extrañamente entorpecidas por eso no se conocen detalles de ellas.

Sin las Farc, ahora la minería es más fácil.

Lo que antes era una zona de las Farc, hoy ha quedado abierto para que las mineras lleguen sin ninguna dificultad a explotar los recursos naturales. Análisis Urbano ha conocido los testimonios de algunos habitantes en el que aseguran la citación a reuniones en Nuevo Antioquia para socializarles una propuesta minera que al final va a desplazarlos, despojarlos y obligarlos a abandonar esa cultura campesina que ha estado arraigada hasta ahora.

La serranía es rica en Carbón, arenas gravas y naturales y silíceas, y además, algunos campesinos veteranos aseguran que en los años 40 varias petroleras hallaron petróleo en la zona.

¿Los paramilitares que tienen el poder en la zona, dejarán que exploten los recursos naturales de estos municipios sin extorsionar a las empresas mineras?

La respuesta es evidente y esta sería otra forma de financiación de este grupo armado.

…según la información del Catastro Minero Colombiano de la Agencia Nacional de Minería, en territorio de San José de Apartadó hay tres títulos mineros vigentes, con un tiempo de 29 años, para la exploración y explotación de carbón. El primero con el código de expediente ED4-152, bajo contrato de concesión a la empresa Carbones del Golfo S.A. con fecha de inscripción del 05 de junio de 2007 y con incidencia en Apartadó, Turbo y Carepa. El segundo, con el código: ILL-09231, bajo de contrato de concesión a la empresa Cementos Argos S.A. con fecha de inscripción del 15 de noviembre de 2011 y con incidencia en Apartadó y Turbo. Y el tercero con el código: HJBL-05 bajo contrato de concesión a la empresa Cementos Argos S.A. con fecha de inscripción del 29 de enero de 2009 y con incidencia en Carepa, Apartadó y Turbo…” (Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, 2016)

El Sistema de Alertas Tempranas (SAT) de la Defensoría del Pueblo ha mostrado todo el fenómeno de la violencia en esta zona. Algunos Informes de Riesgo (IR) y Alertas Tempranas como la AT 010 -01, AT 036 -02, IR 078 -04, IR 047-05, IR 026-08, IR 03-09, IR 011-12, IR 22-15, IR 035-17 y AT-048-18 revelan que sigue intacto el contexto de control armado en este territorio

Diferentes denuncias y testimonios tiene este portal de noticias, pero es necesario establecer que hay varias que no se pueden hacer visibles aún por seguridad de las fuentes. Además, queda claro que La Serranía del Abibe y todas las rutas que tenían las Farc hacia el Parque Natural Nudo del Paramillo, el departamento de Córdoba o hacía los municipios de Dabeiba, Peque e Ituango ahora son dominadas por el grupo narcoparamilitar de las AGC.

Las falsas promesas de la justicia para atrapar a alias “Otoniel” también son un factor distractor para mostrar un poder estatal que no se tiene. Mientras no exista una política de negociación o sometimiento con los nuevos paracos las cosas seguirán igual.

Lo que se prevé para Urabá es todo un sistema de economía, una mezcla nacional-internacional con suficiente complicidad entre sectores de la legalidad e ilegalidad, de la misma manera como ocurre en el comercio de los puertos en Buenaventura; otra línea política de darle un nuevo aire al movimiento “por una Urabá Grande, Unida y en Paz”.

“…Con pujanza y fortaleza construiremos para el año 2020 el progreso del futuro y de la tierra del futuro en la propia esquina de América, Urabá grande, solidaria, trabajadora y en paz”, este movimiento constituyó una plataforma ideológica y programática desde pequeñas organizaciones locales con el fin de conquistar cargos de elección popular, desde las alcaldías hasta el Congreso de la República…” (Verdad Abierta, 2014).

La última línea es imponer su control por medio de las armas y así generar miedo y terror, para que estas ricas tierras estén al servicio de las mineras.

La consolidación del paramilitarismo en Urabá tendrá unas repercusiones en Antioquia y en todo el país. Fruto de ello, la exacerbación de la violencia en el departamento. A manera de profecía y con todo el dolor en el alma, como lo dicen nuestras fuentes, se entiende que a las autoridades nacionales, departamentales y locales aún siguen mirando hacia otro lado mientras tanto, dice Don *Maelo: “…el diablo se nos metió y está haciendo fiesta con los gatos y los ratones