La victoria del presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta, Francia Márquez, dio al país por primera vez la oportunidad de realizar un gobierno progresista que incluye las necesidades de todos y represente a todas.
En este sentido, ha sido muy decepcionante ver como los candidatos perdedores de la consulta de quien debería representar a Cali para el Pacto Histórico.
Ahí quedó al descubierto que el discurso de representar los intereses de todos y todas y de ser la coalición de la moralidad es solo retórica de parte de quienes aspiran a sacar a Danis Rentería del camino. ¿Por qué? Porque se avala el amigo o a quien fue parte del club de siempre porque tuvo el privilegio de serlo y nunca pasó mayor necesidad o aguantó severa pobreza con todos los obstáculos metidos enfrente de uno.
Si realmente se hacen llamar progresistas no avalarían al amigo o buscarían acomodo en una candidatura fantasma como lo quisieron hacer con Mabel Lara, que por su estatus social es privilegiada y sería sumisa a los favores e intereses de quienes le dan el espacio.
Apoyar a un negro ético y verraco que como la vicepresidenta Francia Márquez abrió su propio camino.
Pero es triste, decepcionante y contra producente que el Polo Democrático, junto a otros supuestos izquierdistas radicales prefieren sabotear toda la posibilidad de llegar a la Alcaldía poniendo sus intereses primero que las necesidades de los caleños. Ellos saben que Danis Rentería ha sobresalido pese a la discriminación racial, el clasismo y prejuicios que son la realidad de este país.
Un afrocolombiano, quien salió de una situación de extrema pobreza para servir a su país, alcanzar a educarse y dedicarse a los intereses sociales de su propio pueblo, pero no lo hizo de la forma que es “aceptable” a la izquierda, siendo la víctima quien luego asume liderazgo.
Lo hizo a su manera y con dignidad, aprovechando las pocas oportunidades que se le presentaron. Siempre utilizan el Ejército como excusa para desacreditar su intachable estancia en el mismo, donde nunca permitió que atropellaran a su propio pueblo en una institución marcada de violaciones, pero también con muchas personas honestas que no se involucraron ni permitieron masacrar a su gente.
Desafortunadamente para el pobre y el negro era la única manera de poder educarse y salir de la pobreza. Pero lo hizo con honor y sin cometer abusos o utilizar esa carrera más allá de servir a todos y todas las colombianos. Cuestionan también si trabajo para otros partidos. Sí, por supuesto, porque fue la única forma de tener acceso a superarse.
¿Trabajó para un alcalde que no era el mejor? Sí, porque es lo que fue posible y en eso se debe medir su labor, dedicación y lo que logró
Vemos una comisión que demuestra nada más y nada menos el racismo de los que quieren bloquear a Danis y quienes están dispuestos a perder la oportunidad de tener un alcalde del Pacto Histórico en Cali, que es lo que después del 2021 se demuestra y se requiere para el interés de todos, pero la lujuria de poder los ciega a tal punto que si no es uno de ellos, enfocarán en destruirlo todo.
Los que defienden la democracia hoy son los privilegiados que nunca sufrieron estos obstáculos, o un negro que solo será un títere para que ellos puedan controlar, que prefieren hundir las chances que dejar de lado a sus protagonismos y egos.
No es apoyar el negro o la negra que está tan agradecido por seguir los lineamientos de quienes le dan el espacio, sino el negro que sabe que tiene que hacer para hacer cambios reales por sí mismo.
¿Cuál es realmente el miedo hacia Danis?
Que tal vez haga reformas reales favorables en línea con el gobierno de Petro que favorece por primera vez no solo la retórica y la hipocresía izquierdista o que por primera vez ellos no estén controlando como se hacen las cosas.
El racismo no es solo atacar al negro por sus características físicas. El racismo es bloquear los espacios y las oportunidades a quienes por ser diferentes podrán hacer las cosas diferentes y desmantelar el privilegio blanco que se ve dentro del progresismo colombiano. En una democracia real hay que aceptar que uno no lo sabe todo, uno no vive en los zapatos de todos los demás y que uno tiene mucho que aprender si realmente quiere reformar décadas de inequidades estructurales.
Esta conspiración feroz demuestra el poco interés real que estos precandidatos tienen en una democracia real que llegue a todos y todas y que solo les importa hacerse los que saben todo y sabotear.
* Defensor de DDHH. Gurú en Relaciones Globales. Consultor.
- Esté artículo contiene opiniones políticas de tipo personal que no reflejan necesariamente la opinión de ninguna ONG a la que el autor está afiliado.