La Fiscalía General de Colombia utiliza ilícitamente tres radicados de investigaciones que nunca cerró con el objeto de interceptar ilegalmente alrededor de 800 teléfonos, entre ellos los del periodista Gonzalo Guillén y demás miembros de La Nueva Prensa.
También están otros periodistas como Daniel Coronell, María Jimena Duzán, Yohir Akerman y Patricia Lara, lo mismo que los empresario Jaime Guilinski y Maurice Armutage y al menos dos funcionarios de la embajada de los Estados Unidos en Colombia.
La información fue suministrada esta tarde por fuentes de Cuerpo Técnico de Investigaciones, CTI, y reconfirmada por agentes de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional -DIJIN-.
Los tres radicados que se utilizan para espiar ilícitamente están a cargo del Fiscal 7 delegado ante el Tribunal de Bogotá , Daniel Hernández, y su auxiliar, Álvaro Betancur.
El principal de los tres radicados es el que sigue, el cual fue abierto por la convicta ex fiscal Jenny Andrea Ortiz Ladino y luego pasó al despacho de Hernández, donde continúa. Tal radicado ya debería estar cerrado, pues nació para la investigación que culminó con la muerte del narcotraficante Patricio Ariza Vernaza -alias- Guacho-, quien delinquía en la frontera colombo-ecuatoriana.
Además de Gonzalo Guillén, los otros miembros de La Nueva Prensa intervenidos ilícitamente son Diana López Zuleta, Julián Martínez, Katia Ospino y el representante legal de este medio, el abogado Roberto Mauricio Rodríguez.
Otras personas cuyas conversaciones son espiadas ilícitamente son los abogados Miguel Ángel del Río, Augusto Ocampo y Carlos Toro.
Las fuentes indicaron que Hernández y Betancur ordenan interceptar teléfonos sin el control previo y posterior de jueces (como lo ordena la ley) y las informaciones que sustraen ilegalmente la distribuyen entre ex jefes y jefes suyos en la Fiscalía, así como abogados y periodistas amigos de ellos.
La Nueva Prensa continuará informando en breve sobre estos hechos.