Día mundial de las ballenas y los delfines

19 Febrero, 2020

Por URÍAS VELÁSQUEZ

@uriasv

Por supuesto que el día mundial de las ballenas que se celebra hoy 19 de febrero y desde 1986 es una noticia de carácter nacional en Colombia. Y lo es porque gran parte del electorado nacional prefiere las ballenas a la mismísima patria. Sucedió en las pasadas elecciones cuando el candidato perdedor de la primera vuelta prefirió irse a contemplar estos hermosos animales aún a sabiendas que el país se debatía entre un cambio verdadero o volver a la eterna corrupción que nos empobrece y nos mata a plomo desde unas motos sin placa. Y es que el detalle no es de menor importancia pues esa decisión ha implicado el asesinato de 229 personas durante la era duque, 229 seres humanos cuyo único pecado fue el oponerse a la corrupción, el robo de sus tierras y el regreso de los violentos que ya es un hecho.


Pero si a todo este análisis le agregamos que, además, también es el día de los delfines entonces estamos ante una verdadera fiesta nacional porque si alguien ha definido la historia de este platanal “ever” han sido los delfines. Así esos delfines hayan conseguido llegar a la presidencia o no, de cualquier esos animales, entre los humanos, son una especia parasita que se alimenta de una gran variedad de puestos, los hay que lo hacen de notarías, de contralorías, y, en general, de cualquier empresas del estado. Los ha habido en todos partes. Y, lo peor, parece que los seguirá habiendo: ahí ya está listo Simoncito, si el que no lee los proyectos de ley, el que sus compañeros de estudios gradúan de bruto.

Sí, Simoncito, el hijo del súper clientelista Cesar Gaviria, un hombre que no solo destruyó el aparato productivo de Colombia sino que, además, ayudó a montar este gobierno incompetente que nos dirige directo al despeñadero.


Si queridos colombianos, hoy es un día de fiesta nacional, así que desde esta solitaria columna les deseo un feliz día a los 808,368 “balleneros” auto-declarados y contados como voto en blanco el 17 de junio de 2018, durante la segunda vuelta de la elecciones presidenciales; y a los diez o quince delfines que nos acechan.