Cómo embolatar un metro

15 Febrero, 2023

Por GERMÁN NAVAS TALERO Y PABLO CEBALLOS NAVAS

 La gente cree que lo único que pasa de mano en mano es un guante, pero no es así. Lo que casi siempre pasa de mano en mano es un contrato y si hay aserrín de por medio, no habrá mano que se quede sin tocarlo.

Cuando Petro era alcalde y aparecía una colilla en el andén, el escándalo de los medios era de no creer. “Bogotá hecha un basurero” o “Bogotá, la ciudad más descuidada”, titulaban. Lo cierto es que algunos de ellos suspiraban por que el negocio de las basuras quedara en manos de los de siempre. Poco les importaba el aludido desaseo o la mala apariencia que podía dar a los visitantes y prueba de ello es que hoy el burgomaestre no es Petro y la ciudad está hecha un desastre, mientras en las redacciones hay un silencio absoluto. Silencio que pareciera ser autoimpuesto y con el propósito de evitar la pérdida de la pauta oficial, que alcanza cifras astronómicas. Quienes no cobramos por publicidad podemos decir con toda libertad y porque lo vemos a diario que Bogotá está tomada por basuras, escombros y desechos de toda clase. El terremoto fue en Turquía, pero sus consecuencias parecen haberse desplegado por acá también. Qué vaina por la ciudad y por quienes vivimos en ella.

Interesante el tema de la despenalización del incesto. Como estudiantes de derecho que hemos sido creemos que la propuesta no es para escandalizarse, ya que en ningún momento se ha buscado ilegalizar la relación sexual entre mayores. El incesto castiga la relación carnal entre ascendientes y descendientes, colaterales, etcétera, y tiene asidero en inveteradas costumbres religiosas. Nosotros nos preguntamos, si se trata de una relación consentida entre mayores de edad, ¿cuál es el bien jurídico tutelado? Se ha dicho que la familia, pero en un caso célebre de un tribunal alemán la discusión giró en torno a un asunto insospechado que puso a tambalear ese argumento. Dos hermanos que habían sido separados por la guerra de pequeños se reencontraron e, ignorando su parentesco, procrearon. En ambas causas los jueces que conocieron de sus casos arguyeron que sería contrario a la lógica desbaratar una familia en la que había afecto y prole por defender el bien jurídico de la familia. Dicho lo anterior, absolvieron de cualquier responsabilidad penal a la pareja. Ahora que el tema vuelve a colación creemos que, siempre que no medie violencia o engaño y se trate de personas mayores de edad en pleno ejercicio de sus facultades físicas y mentales, cada uno es libre de disponer de su cuerpo como tenga a bien. La sociedad no puede ni debe inmiscuirse en asuntos de la más libérrima esfera en la vida de un ser humano. Seguiremos de cerca la discusión y el análisis de quienes tendrán que decidir si reformar o mantener la legislación penal en este sentido.

A nosotros nos da algo, no sabemos si es rabia o risa, cuando vemos a colombianos xenófobos. Olvidan estos cuántos millones de connacionales nuestros están regados por el mundo, a donde tuvieron que llegar refugiados de la violencia, el hambre o la falta de oportunidades y encontraron en otros lugares grandes amores, buenos afectos y prospectos de futuro. Una persona que comparte nacionalidad con estos exiliados no puede reprochar a otros ciudadanos por buscar y encontrar refugio de sus penurias acá o en cualquier otro país.

Piquiña produce la naturaleza a algunos gobernantes sin horizonte distinto que el pavimento. Nos fue posible –a través de diversos medios de comunicación– ver la tala de árboles en el parque del barrio Marsella en Bogotá, que la comunidad consideraba como algo de su afecto, algo propio en razón de los cuidados que le habían brindado al parque. Una alcaldía que solo entiende de cemento y buses envió a las cuadrillas de depredadores para que arrancaran ese producto bello de la naturaleza que niños y viejos habían visto y disfrutado por años.

La Marsellesa es el himno de la República Francesa, símbolo de libertad e igualdad. Se ha cantado en decenas de países como reclamo de futuro y coro de unidad. Esa Marsellesa no se escuchó en el barrio Marsella esta semana, por el contrario, imperó el sonido de los lanzadores de gases, de los escudos golpeándose contra ciudadanos inermes y de los gritos acallados de la comunidad. Los niños del barrio observaron la peor escena posible: que por vía de la fuerza se puede someter la voluntad de la ciudadanía, incluso si ello implica arrasar con la poca naturaleza que nos queda en Bogotá. Amigos de Marsella, estamos con ustedes acompañándolos en el sentimiento de dolor por la pérdida de ese que fue su parque pero también su refugio.

En el periódico El Nuevo Día, el profesor Mauricio Martínez –quien es un connotado cultor del derecho penal y de la criminología– publicó una muy buena nota denominada “La demagogia punitiva de la alcaldesa”. Nos ha autorizado el doctor Martínez para expurgar el contenido, pues su reproducción literal sería muy larga, por lo que nos permitimos transcribir esta frase que sería una fantástica coletilla: “Los profesores de política criminal y de constitucional encontramos muy apropiadas las prácticas de políticos como Trump o de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, para explicar el “arte de gobernar manipulando el miedo al delito” o populismo punitivo.” Prosigue el profesor, “[e]stas prácticas utilizan un lenguaje incendiario muy peligroso en un país que ha sufrido tanto el ambiente de violencia callejera, de la insurgencia, de ejércitos para narcotraficantes, etcétera, porque, entre otras, provoca desconfianza en la justicia formal y exacerba al ciudadano a que imponga su “propia justicia”. La sociología política llama violencia cultural y otros simplemente “política lumpezca” la expresada en frases que provocan reacciones pasionales como “le corto la cara m…”, “Dios y patria”, “patria o muerte, venceremos”, “impunidad… impunidad…”, etcétera.”

Adenda: desde esta columna van nuestras sinceras felicitaciones para la Unión Sindical Obrera (USO) por el aniversario de sus 100 años de operación en defensa de los derechos de los trabajadores sindicalizados. A la USO es mucho lo que el país y el sindicalismo nacional le deben.

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Coletilla a cargo del ex-presidente de la República, Ernesto Samper Pizano, en la que se refiere al asunto del metro de Bogotá. Esta nota nos lleva a todos a la misma conclusión, Peñalosa y sus mariachis montaron una serenata contra Bogotá para quedarse con el negocio, ahora en la forma de un tren elevado: “Sigo con Petro en el tema después de leer los conceptos jurídicos. Dejé la plata lista y Peñalosa me puso el mismo conejo que le está poniendo hoy Claudia a Petro.”

Y sea la oportunidad para reproducir un tuit, también del expresidente Samper: “Si Claudia López, volviendo elevado el metro que era subterráneo, no le hubiera puesto al presidente Gustavo Petro el mismo conejo que me puso a mí el alcalde Enrique Peñalosa destinando el dinero del metro para TransMilenio, Bogotá tendría la primera línea de subterráneo funcionando.” Al momento de escribir estas líneas conocimos otro comentario del mismo remitente, que decía: “Si el experto vendedor de buses, Enrique Peñalosa, no le hubiera hecho conejo a Bogotá con el dinero que le dejé para el metro, gastándoselo en TransMilenio, estarían funcionando las tres líneas y no andaríamos discutiendo si el tren elevado de Claudia López es o no subterráneo.”

Hasta la próxima semana, respetados lectores.