Una joven asistente de fiscal y madre lactante fue castigada con un traslado al sector bogotano de Ciudad Bolívar en represalia por no aceptar las agresiones sexuales y haber denunciado a Germán Arias Cortés, Fiscal delegado ante el Tribunal Superior de Bogotá y jefe inmediato de ella.
“Quisiera amanecer haciéndote el amor todos los días”, denunció la joven que le decía Arias Cortés.
“Estoy frente a él en situación de subordinación y me agredió sexual y repetidamente, infundiéndome miedo reverencial”, declaró a La Nueva Prensa la joven asistente de fiscal, cuyo nombre debemos mantener en reserva por razones legales y de respeto a su intimidad.
La denuncia tiene el radicado número 10016000050202484957.
El agresor Arias Cortés ha contado con el encubrimiento de Javier Mauricio Pava Mejía (director Seccional de Fiscalías de Bogotá) y de José Manuel Martínez Malaver (Fiscal delegado ante el Tribunal), dijeron tanto la denunciante como testigos consultados por este medio.
“Martínez Malaver alertó al agresor de que yo iba a denunciarlo, lo que ya hice”, declaró la acusadora en este caso.
La Nueva Prensa posee testimonios, la denuncia contra Germán Arias Cortés y la resolución por medio de la cual intentaron acallarla trasladándola a una oficina en Ciudad Bolívar. La orden fue firmada por Javier Mauricio Pava Mejía, director seccional encargado de la Fiscalía en Bogotá.
“Me decía que quería tocarme la cuca”, denunció la fiscal agredida, quien tiene un niño de brazos y había solicitado “ser reubicada en el Bunker o en el edificio de Paloquemao, donde existen aposentos para mujeres lactantes”.
“Yo tengo miedo”, reiteró la joven denunciante, “porque me dan miedo las represalias”.
La joven agredida sexualmente tiene la categoría de Asistente de Fiscal 1, se encontraba trabajando en la Unidad delegada ante el Tribunal Superior de Bogotá —Fiscalía 58— y fue confinada, irónicamente, en la Unidad de Delitos Priorizados Cometidos contra Niños, Niñas y Adolescentes, que funciona en Ciudad Bolívar, a más de cuatro horas de camino de su casa y de su bebé lactante.
La denunciante contó a este medio que Germán Arias solía poner su pistola sobre el escritorio del despacho cuando comenzaba a agredirla sexualmente.
La denuncia fue interpuesta por la víctima el 20 de agosto pasado, pero el poder del agresor es tal que ha conseguido hasta ahora impedir que sea repartida para que no se inicie una investigación criminal.
Empero, este miércoles el caso fue reportado en la llamada “Línea Púrpura” de la alcaldía de Bogotá, instituida para recibir denuncias de agresiones contra madres lactantes, la cuales deben ser tramitadas con la mayor prelación.
“Germán Arias y sus encubridores deben ser destituidos de la Fiscalía, apresados y llevados a juicio”, dijo una testigo de las agresiones contra la denunciante.
Germán Arias Cortés es el fiscal del caso conocido como UNIMETRO, en el que se ventilan hechos de corrupción administrativa de la Universidad Metropolitana de Barranquilla.
