Acabar con las fiestas de San Pedro, San Pablo, San José, etc

27 Octubre, 2020

Por GERMÁN NAVAS TALERO Y PABLO CEBALLOS NAVAS

No neguemos un homenaje a quien se lo merece,

pero tampoco hagamos homenaje a quien no lo merece.

El Congreso colombiano está lleno de sujetos verdaderamente simpáticos y de un cinismo llevado al extremo. Nos enteramos por Noticias Uno –la red independiente-, que un proyecto de ley, por demás sensato, que habían presentado el senador Antonio Sanguino junto con Iván Cepeda y que buscaba rendir un tributo en un día especial a las miles de víctimas de los falsos positivos, tenía ya fuerte oposición en el Legislativo.

En cualquier país medio decente esta propuesta no hubiese causado roncha a nadie, sin embargo, cual micos colgados de liana, los senadores Juan Diego Gómez, Ernesto Macías y Luis Diaz-Granados (todos gobiernistas) se opusieron rotundamente a este proyecto pues -en su parecer- no se justifica establecer un día más en homenaje a estas específicas víctimas, pues para eso ya existe un día dedicado a todas ellas. Con esta afirmación no nos queda otro camino que acabar con las fiestas de San Pedro, San Pablo, San Juan, San José, etcétera, etcétera, pues para eso existe el día primero de noviembre, que es el día consagrado a todos los santos.

Sobre este día, bueno es recordar que estando Casanova preso en la cárcel de Los Plomos y excavando un túnel para evadirse de allí en compañía de un sacerdote también preso, preguntole Casanova al cura “¿cuándo saldremos de aquí?”, a lo que este contestó: “el día de su santo”, a lo que el citado Casanova replicó: “yo no tengo santo. Mi nombre no figura en el santoral.” Curiosamente se evadieron de prisión el primero de noviembre, día de todos los santos.

En consecuencia, a estos senadores gobiernistas se les puede complacer, porque para eso está el día genérico de las víctimas. Pero ¿por qué les picarán las víctimas de los falsos positivos? Con el mismo argumento de estos tres senadores debemos suprimir el homenaje a Policarpa Salavarrieta, Manuela Beltrán y Antonia Santos, pues ya hay un día para homenajear a todos los héroes de la independencia, con lo cual debe bastar. Y tendrían razón, por cuanto nadie sabe cuándo ni dónde murió Manuela Beltrán; seguramente ella está entre los desaparecidos de la violencia. Tampoco hay entonces razón para que tenga un día especial, o que una universidad lleve su nombre, porque muchos saben el escándalo que armó en la independencia y cómo fue desaparecida. Es una víctima más, ¿por qué honrarle con un día? Hay otra señora a quien el Pater de los Bonos no quisiera ver ni en pintura y es a Antonia Santos, que como recordarán, por allá en Santander arrancó los edictos en que se fijaban nuevos impuestos y fue promotora de la caminata de los comuneros, algo así como una minga en la época de la colonia.

Muy seguramente el primero que propondría acabar con el día de Antonia Santos sería el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, quien no puede dormir en paz buscando cómo tirarse con nuevos gravámenes a los colombianos de clase media y pobres, en tanto busca cómo favorecer a las multinacionales y a la clase alta de sus amigos.

Le preguntamos a nuestros queridos lectores si habrá algo de malo con que un día en especial, el 20 de septiembre de todos los años, se rinda homenaje a las víctimas de los falsos positivos, o será que ahora se atreven a decir que nunca hubo falsos positivos, que esos son fake-news de la oposición y que ellos tal vez no están con nosotros porque consiguieron visa para irse a Estados Unidos y tal vez allá o en España están.

Sabemos que los síntomas del coronavirus son tos, dolor de garganta, de cabeza, diarrea, pero no que el COVID incentive la pérdida de neuronas. Cuando vemos que en todo atropello a la democracia aparece el bachiller Macías nos recordamos de otro famoso: el bachiller Enciso, quien estuvo maltratando indios en compañía de Alonso de Ojeda, Diego de Nicuesa y Vasco Núñez de Balboa. En aquella época se le decía bachiller a quien no había alcanzado a ser abogado, hoy le decimos “bachiller” a cualquier Macías.

Otro ‘bachiller’ célebre en la historia de la literatura es Sansón Carrasco, personaje de ficción creado por Miguel de Cervantes Saavedra en la segunda parte de su obra El Quijote, con quien quiso -mediante sátira e indirectas- ridiculizar al plagiario autor del Quijote apócrifo que empleaba el seudónimo de Fernández de Avellaneda. Es bueno precisar que en aquella época no se podía obtener el título de bachiller con un examen del ICFES por internet, mal que bien había que estudiar algo.

Que se preparen los huilenses y tolimenses porque no caben más días de los santos, a correr todos al primero de noviembre, día de todos los santos, no más San Pedro, San Pablo o San José.

En conclusión y con algo de sensatez, hay que recordarles a estos congresistas que las víctimas de los falsos positivos no son víctimas del conflicto, ya que no eran combatientes, eran ajenos a él y simplemente el Estado necesitaba sus cadáveres para acrecentar el número de bajas (falsas) del enemigo. Estos pobres no eran enemigos de nadie, fueron víctimas de crímenes de Estado.

Usemos la memoria, recordemos que los tres senadores que hemos citado se encuentran entre los 58 que le hicieron ‘conejo’ a la Constitución para que no fuese posible adelantar un debate de moción de censura contra SherlockTrujillo, ministro de Defensa, y con una argucia propia de Macías resolvieron que para poder hacer un debate de moción de censura se requería una votación previa del Senado autorizando el mismo. Habrá entonces que hacer el debate de todos los santos, que será el día de todas las víctimas y así rendir un homenaje a la última víctima de estos congresistas, que es la ilustre democracia.

¿Sera factible entonces, queridos lectores, establecer un día como homenaje al prevaricato, tan de moda en el Legislativo?